Perfiles urbanos
75 años de cultura española en Resistencia

"Paquita" Gómez: "Mi vida es una danza con castañuelas"

La artista “Paquita” Gómez recuerda: “Me crié en el convento de monjas ´La Goleta´, estudié teatro en el Cervantes y danzas allí mismo con el profesor Manuel Galiani”.
“Paquita” arribó a Argentina en febrero de 1948 y en Resistencia puso un mes después, la primera Academia de Danzas Españolas. En abril, inauguró en Corrientes.
“Paquita” y sus alumnas, que algunas son nietas de aquellas primeras a las que enseñó a bailar.
En 2019 se realizó la imposición del nombre “Maestra Paquita Gómez” al Salón de Usos Múltiples de Casa de las Culturas por los "70 años de vida institucional de la artista".
En noviembre de este año, la Academia celebró sus 75 años con la Danza Española, en sus estilos regional y flamenco, Danzas Clásicas y jazz.

Francisca “Paquita” Gómez García tiene 92 años y está casada hace 72 con Roberto Inocencio Varela, que bien vale se mencione en esta historia, porque ha colaborado en armar la secuencia desde que la “Paca” salió de su Málaga natal, en Andalucía (España), cuando tenía apenas 15 años, hasta instalarse en la Argentina.

Mirando la foto de “Paquita” Gómez, la dueña indiscutida de las danzas españolas en Resistencia (Chaco), uno trata de imaginarla en el muelle del puerto de Buenos Aires, a poco de descender del barco “Cabo Buena Esperanza”, con su valija de cartón y una “carta de llamada” que su abuelo José hizo a familiares de apellido Rascón, que vivían en Resistencia y habrían de hacerse cargo de la jovencita. Vestida con una pollera larga, blusa, sandalias y el pelo largo de color castaño claro, peinado con dos trenzas, Paquita apretó con fuerzas su avío del alma: algo de ropa y las castañuelas junto con los zapatos y el traje de baile, collares, libros y fotos familiares.

“Mi papá se llamaba Rafael Gómez, era oficial de la Marina de Guerra de la Armada Española y a los 28 años, cuando yo contaba 4 de edad, fue fusilado por orden del General Francisco Franco al comenzar la Guerra Civil Española. A los dos meses, le llegó a mi madre, Francisca García, un salvo conducto absolviendo a papá de culpa y cargo.

Ese hecho fatídico que le significó a Paquita perder a su padre, marcó su nuevo destino y así llegó a América, luego de un viaje de más de 17 días por el mar. “Vine sola, a mamá no la dejaron salir de España porque en su estado civil constaba que era viuda de esposo fusilado. Debían cambiar esa palabra por ‘muerte natural’ y se negó. Yo era única hija, sobrina y nieta. Ellos querían para mí, una vida mejor y me embarcaron, había muchos españoles e italianos huérfanos en el pasaje, nos hicimos amigos, cantábamos, tratábamos de estar alegres, era demasiado lo que quedaba atrás”.

En la marcha, Paquita aprendió a hablar italiano y enseñó el español. Era bachiller, dactilógrafa, taquígrafa y profesora de danzas. “Me crie en el convento de monjas ´La Goleta´, estudié teatro en el Cervantes y danzas allí mismo con el profesor Manuel Galiani”, agrega. En Buenos Aires la esperaba Andrés Fernández Vicente, cónsul de España en Argentina, quien dispuso su traslado en tren (otras 36 horas de viaje) a Resistencia.

“Mi esposo era vecino de mis primas y sabía que llegaba ‘la españolita’ y fue a mirar el arribo a la estación. Se acostumbraba esa vuelta de los muchachos”, recuerda y es Roberto quien apunta con precisión, lugares, fechas y nombres en este repaso de vida. “Al otro día y por casualidad nos encontramos en la carnicería del barrio y seguimos juntos hasta ahora”, cuenta orgullosa.

Paquita arribó a la Argentina en febrero de 1948 y en Resistencia puso un mes después, la primera Academia de Danzas Españolas. En abril, inauguró la primera en Corrientes.

“Al mediodía tomaba la lancha o el Ambrossoni o el Expreso Itatí (vaporcitos), a veces la balsa para ir a dar mis clases dos veces por semana y si se hacía tarde para el regreso, subía a una barcaza, que sólo llevaba a los camioneros. Pedía lugar en la cabina y mi esposo me esperaba en el puerto. ¡Eran otros tiempos!”, recuerda. “Al inaugurarse el puente Chaco-Corrientes, fue para mí una bendición. ¡Las de anécdotas que tengo de aquellos días!”, dice sonriendo.

“A los 3 años de llegar, junté plata e hice buscar a mamá. Yo trabajaba como taquígrafa en la Compañía de Seguros ‘Chaco Argentino’ que tenía 220 empleados, de los cuales, 12 eran mujeres. Cuando mi madre llegó, nos casamos. Ella, la ‘Tata’, crió a mis hijos, mientras la danza fue creando nuestro nuevo futuro en América”.

“La Argentina me dio todo, pero nosotros con mi marido pusimos el hombro. Tengo doble nacionalidad, España es la cuna y Argentina la canción. Los sueños se fueron cumpliendo”, señala. En 1964, Paquita inauguró su Instituto de Danzas en Arturo Illia 347 de Resistencia y en 1974, el que está en Bolívar 1451, Corrientes.

El 15 de septiembre de 2019, se realizó el acto de imposición del nombre “Maestra Paquita Gómez” al Salón de Usos Múltiple de Casa de las Culturas en reconocimiento a los "70 años de vida institucional de una de las entidades artísticas y culturales que distingue al Chaco". En ese contexto, el jefe de la cartera cultural Marcelo Gustin destacó: "Conmemoramos el trabajo cultural llevado adelante por la querida Paquita que como muchos llegó al Chaco y convirtió a esta tierra en la suya. Este reconocimiento, es del pueblo y Gobierno del Chaco para una mujer sensible y sencilla que supo conquistar nuestra identidad con la impronta de sus orígenes”.

En noviembre de este año, la Academia celebró sus 75 años con la Danza Española, en sus estilos regional y flamenco, Danzas Clásicas y jazz. La gala que tuvo la puesta en escena, diseño de trajes y coreografías a cargo de Marisol Varela Gómez, quien dirige la Institución, también propuso que parte de la recaudación del espectáculo sea destinado a comprar alimentos para merenderos y comedores carenciados del Gran Resistencia.

Paquita sabe que el viaje a través del mar, lo hizo en un barco de papel; así fue escribiendo su historia en poesía, con el latir de un par de castañuelas que en sus manos, le anudaron el corazón a una sonrisa.

Lectores: 1040

Envianos tu comentario