Perfiles urbanos
La muestra de fin de año

Moni Galeano: "Elegí la acrobacia aérea como mi estilo de vida"

La artista de 38 años, Moni Galeano, destaca: “Hay muchas formas de llamar a esta práctica de telas. En mi caso la llamo acrobacia en telas”.
Galeano vivió gran parte de su vida en Rosario. En 2019 llegó para visitar a su familia y la visita se extendió. “De la visita ya pasé a radicarme acá”, deslizó en tono feliz.
Moni recuerda: “Una hermosa visita que me llevó a buscar dónde vivir, cambiar el domicilio y seguir con la práctica de las telas”.
Galeano comentó que “en principio trabajamos la fuerza de los brazos, del abdomen y las piernas. Esto es algo primordial”.
“La ciudad necesita crecer y conocer lo que están haciendo las chicas de diferentes edades. Este año hubo mucha demanda de mini telas”, destaca Moni Galeano.

La artista de 38 años, Moni Galeano, se inició en el arte de las telas acrobáticas a comienzos de 2013 en la ciudad de Rosario (Santa Fe). “Hay muchas formas de llamar a esta práctica de telas. Todas están impregnadas por las distintas formas de abordar este arte que combina distintas disciplina. En mi caso la llamo acrobacia en telas”, argumentó.

En el Club Independiente, Moni camina entre las niñas o los niños que realizan sus prácticas. Ella vivió gran parte de su vida en Rosario. En su adolescencia pasó entre dos o tres años en General San Martín. Luego volvió a Rosario. Desde 2019 se afincó en la ciudad del interior chaqueño. Había llegado para visitar a su familia y la visita se extendió. “De la visita ya pasé a radicarme acá”, desliza en tono feliz.

“Una hermosa visita que me llevó a buscar dónde vivir, cambiar el domicilio y seguir con la práctica de las telas”, cuenta y su sonrisa se expande. En aquel ínterin, mientras se iba acomodando a su nueva residencia, buscó primero dónde tomar clases, dónde practicar y sostener lo que había aprendido de telas en Rosario.

Pero, por aquellos, años no había lugar para hacer telas, así que consultó con sus profesores y decidió ella misma abrir un espacio para enseñar y practicar telas acrobáticas. Primero lo hizo con la categoría de adolescentes y adultas, después se amplió para los más chicos, así llegó a tener alumnas de cuatro y cinco años.

La artista coordina grupos de alumnos y alumnas que realizan la práctica de acrobacias aéreas en telas en la academia de Acrobacias Aéreas Pájaro Libre. A principios de este año estaba en dudas de abrir las puertas del nuevo ciclo. Transcurrido el tiempo no solo abrió el ciclo 2024, sino que hizo una muestra a mitad de año y ahora cerrarán el año con más de 60 chicas exhibiendo el trabajo que hicieron durante el año.

Además, como si fuera poco, con toda certeza confirmó que la academia tendrá ciclo 2025. “He encontrado en la danza aérea una salvación. Elegí la acrobacia aérea como mi estilo de vida. Todo esto me llevó tiempo entender. En algún momento pero especialmente en este último año me he dado cuenta que hacer acrobacia aéreas es mi salvación, es mi forma y mi estilo de vida. Además es mi trabajo. Con el tiempo ha ido tomando distintas connotaciones mi trabajo. Pero con en el paso del tiempo descubrí realmente lo que significa y cómo lo tomo en mi vida”, recuerda.

A lo que agregó: “Siempre tuve la idea de expandir la academia y de que esto crezca, que siga creciendo por fuera de mí. Incluso a fines del año pasado había armado un video para difundir las acrobacias aéreas en las localidades de alrededor de General San Martín. Mi idea es expandir a los lugares aledaños”.

Pero no se limita a extender en los alrededores, sino en su propia ciudad de “asiento”: “Sin embargo, en ese contexto también entendí que nuestra ciudad necesita crecer y conocer lo que están haciendo las chicas de diferentes edades. Este año hubo mucha demanda de mini telas y así surgió la iniciativa de darle la propuesta a una compañera para que acompañe y arme el grupo de mini telas”.

En ese contexto, la academia de Moni Galeano propuso para este sábado desde las 19 horas en el Teatro Griego, de la ciudad de General San Martín, la muestra anual Nativas, con más de 60 chicas haciendo acrobacias aéreas, celebrando el año de actividad y crecimiento.

Hacer este tipo de eventos requiere mucho tiempo, energía, cabeza y corazón. Moni cuenta que hace tiempo viene trabajando desde la temática hasta la puesta en escena de todas las alumnas. "La idea original era armar otra muestra con este mismo nombre.

La intención era ver quiénes eran las primeras mujeres que habitaron el suelo chaqueño, desde ahí venía este título de nativas. Por cuestiones personales no pude llevar ese proyecto adelante. Entonces pensé en esta muestra que sigue llevando el mismo nombre - Nativas - pero tomamos en este caso dos representaciones. Una es la Masacre de Napalpí y la otra de la masacre de El Zapallar. Así empecé a sumergirme en estos temas bajo el mismo título.

Hay muchas alumnas que no conocían ni la masacre de Napalpi ni la masacre de El Zapallar. Desde ese momento la intención es contar otra parte de la historia", destacó Moni, quien ya lo había hecho así cuando presentó el año pasado la muestra “Mujer tenías que ser”.

Este año hubo dos bloques. En la primera parte actuaron lo que llaman mini telas, las más chiquitas desde los cuatro hasta los siete años. Luego hubo un corte y después comenzó un segundo bloque. Ahí se contó las dos historias, una con una narración y la otra con un poema.

Los beneficios que trae esta práctica son muchos para quienes hacen telas, tanto para niños como para adultos. Al respecto, Moni comentó que “en principio trabajamos la fuerza de los brazos, del abdomen y las piernas. Esto es algo primordial. Pero después vienen los otros beneficios como nivelador del estrés, por ejemplo. En la práctica de telas trabajas todo: fortalecimiento del cuerpo, el metabolismo. La acrobacia en sí trae muchos beneficios tanto físicos como mentales”.

"En la práctica de las telas se pone en juego el miedo, la ansiedad y la adrenalina. Se trabaja mucho la conciencia corporal y todo lo que uno puede dar física y mentalmente en la tela", insiste. "Una o uno están colgados o suspendidos en el aire. Nosotros comenzamos desde el piso, todos los trabajos se hacen desde el piso y a medida que se toma más confianza se empieza a subir. A veces llegamos a determinadas alturas, donde se pone en juego juega el miedo, el vértigo, la ansiedad‘, comentó.

“Venimos trabajando desde hace varios meses con los grupos de las distintas edades. Se tiene la conciencia de que esta es una práctica femenina pero está abierta para todos. En el abordaje de las prácticas de telas aéreas algunos profesores o profesoras lo hacen desde la danza, otros desde lo circense y así se abre el abanico”. Moni aborda sus clases desde la acrobacia: “Me gusta la parte acrobática y es algo que vengo trabajando hace varios años”, finalizó.

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