Perfiles urbanos
¿A alguien más le pasa?

El historiador de Resistencia que también se anima a contar sus vivencias

El historiador Roly Pérez Beveraggi cuenta como piedra fundacional de su pasión: "Mi madre me dijo que cuando conociera Resistencia no me iba a querer ir más".

Los relatos de cómo era la capital provincial en décadas pasadas tienen miles de seguidores y ayudan a conocer hechos, personajes y códigos de un territorio singular. Es así, que el papel de un historiador se torna fundamental para lograr profundidad en los detalles que se ponen a la luz en cuanto a lo que es cada ciudad.

En ese contexto, Roly Pérez Beveraggi escribe en páginas y páginas de relatos que permiten entrar en el túnel del tiempo y conocer historias y personajes de Resistencia, que se destacaron en décadas del siglo pasado, principalmente los ’60 y los ’70. Sus textos son seguidos por miles de lectores en cada una de las hojas que se reflejan las narraciones, muchos de los cuales acaban colaborando con la inagotable cantera de Roly aportándole datos, fotos, anécdotas que él valora como si fuesen alimento puro.

Él se define como un apasionado de la historia, interés que heredó de su madre. "De ella aprendí a conocer y a querer a Resistencia. Yo era viajante de comercio y quería irme a vivir a cualquier lado, menos a Resistencia. Ella me dijo ‘cuando empieces a conocer Resistencia no te vas a querer ir más’. Y no me quiero ir más", dice riendo.

Pérez Beveraggi también escribió libros sobre la ciudad, y dice que la actual Resistencia "no tiene nada que ver con la de los ’60 o los ’70, porque creció mucho. Pero lo que se sigue destacando es la cultura, la cultura popular que no existe en otro lugar del país, la cultura viva que tenemos acá, y la receptividad. La gente es receptiva con todos. Cualquiera que cae acá en la ciudad, a las 24 horas ya tiene amigos".

Además, menciona las características del paisaje urbano, ya que "los árboles que tenemos en nuestra ciudad no existen en otra. Tenemos calles en las que hay túneles de árboles, lo cual se agradece mucho en los veranos". Pero también, los detalles que se suman con cada escultura emplazada, la hace un combo letal de enamoramiento para los visitantes.

De la vieja ciudad destaca los sitios en los que se reunían los personajes de la vida cotidiana de aquel tiempo, que en su momento eran los centros de reunión de cada “perfil urbano”, historia digna de ser contada en NOVA, pero que con el correr de los años, fueron cumpliendo los típicos ciclos de vida.

"Estaban el bar La Estrella, el bar Nápoli, La Biela, que comenzaba, y había otros tantos. Había pizzerías famosas como Los Picapiedras o Tú y Yo. El bar Sorocabana, que estaba frente a la plaza, o el bar Los Bancos, que era famoso porque a veces había bandas. Los cines, como el Sep, el Marconi o el Todaro, que tenía enfrente la funeraria Gialdroni, que tenía las carrozas fúnebres con caballos. De dos, de cuatro o de seis caballlos, de acuerdo a la categoría del muerto", dice y vuelve a reír.

Con todo eso, más los personajes de la ciudad, dice que "aprendí a querer a Resistencia. Nosotros no tenemos la identidad del correntino, y por eso armamos la Fundación Resistencianos, para rescatar cosas de esa otra Resistencia".

Roly cree que más allá de todos los años transcurridos, la capital provincial "mantiene la esencia, que es la cultura. Algo que quizá nació allá por el año 1937, con lo que se llamó La Peña Los Bagres, donde se juntaban los artistas de la época, pintores, escritores, intelectuales. Lo que Aledo Luis Meloni llamó ‘la generación dorada del ‘37’. Da lugar al Ateneo Chaco, que traía obras de teatro, presentaciones musicales. Se suma también el Fogón de los Arrieros, que es una maravilla y tiene una magia muy especial".

De los personajes que fueron pasando, dice haber disfrutado de escribir sobre todos ellos. "Escribí sobre Mario Nestoroff, un gran escritor, que la bohemia y el alcohol llevaron para otro lado, Carlitos que vagaba por las calles, Aledo Meloni, los hermanos Aldo y Efraín Boglietti, los escultores como Fabriciano Gómez y Humberto Gómez Lollo, grandes pintores como Alfredo Pértile".

Pérez Beveraggi dice que mucha gente le acerca datos sobre temas que desean ver relatados. "Muchos me piden que escriba sobre algo, pero muchos me dan letra, me ayudan, me mandan fotos. Tengo más de 20.000 fotos antiguas de Resistencia, digitalizadas, y me piden muchísimo, por ejemplo de las carreras de arquitectura, de historia, de arte", dice.

De los hitos de la provincia que le gustaría revivir, cita "cuando Chaco sale campeón argentino de fútbol en 1968, cuando se cayó el avión con la gente que iba a la final entre Chaco y Córdoba en básquet, cuando vinieron los franceses a lanzar los cohetes Titus desde Las Palmas, el regreso del coro polifónico después de ganar en Arezzo".

En lo personal, Roly dice que contar historias "me hizo ser reconocido por mucha gente que me saluda en la calle. ¿Cómo me voy a querer ir de acá? El ser relator de hechos y personajes de una Resistencia, me cambió, pero conservo esa esencia que me permitió escuchar a mi madre y recordarla cada vez que pongo punto final a un nuevo artículo o libro, para destacar su sabiduría de decretar que me iba a enamorar de Resistencia al conocerla en profundidad”.

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