Hay elecciones en Camioneros dentro de un mes, pero nada se sabe acerca de qué hicieron Isaías y su séquito este tiempo
Se acercan las elecciones en el sindicato de Camineros -Arbo y Blanco 771- y las cosas siguen calientes y “desastrosas”, pero con “impunidad”. Caminando la ciudad NOVA pudo observar ciertas cuestiones fuera de lugar, como la de que la sede, con gente corpulenta en la vereda, está abierta fines de semana y en altas horas de la noche. ¿Qué estará pasando allí dentro?, ¿Sabrá Hugo Moyano que la Comisión Normalizadora (Isaías Alegre a la cabeza) no normalizó nada, sino que “tomó” el mando con “ayuda judicial” para escalar por arriba del secretario general que habían elegido en las urnas los socios y querer sacar cierta ventaja de cara al 5 de septiembre?
Los autodenominados comisión interina o normalizadora, ¿normalizadora de qué?, es la pregunta del millón, en definitiva, no hizo nada más que “ganar tiempo”. Su actitud de ataque sigue igual en cuanto al secretario general Juan Carlos Machado y sus personas allegadas, ya que al día de hoy aún no puede ingresar a la sede y ocupar los últimos días de su gestión. La suspensión terminó el 5 de julio pasado, pero Machado no volvió a ocupar su cargo, Alegre no lo deja.
Este destrato o manejo desleal se mantiene como estrategia para querer “ganar la elecciones” del 5 de septiembre, con una vil mentira, atento a que a pesar que el secretario adjunto Agustín Bordón, por varios medios de comunicación, afirmó haberle hecho entrega del sindicato una vez cumplida la suspensión de Machado, esto no fue así.
Días atrás Machado quiso ingresar al sindicato acompañado de su equipo de trabajo y fue impedido por Agustín Bordón e Isaías Alegre, los líderes del sublevamiento sindical, situación que fue plasmada en un escrito con la firma de una escribana pública.
Es que Bordón asegura en publicaciones dirigidas a los trabajadores que deberán votar el 5 de septiembre que logró normalizar la gestión del sindicato. Dice que una de ellas fue “destrabar” las cuentas bancarias, más precisamente las del Nuevo Banco del Chaco, pero la realidad cuenta otra cosa. “Las cuentas nunca estuvieron trabadas, ni mal manejadas hasta que el señor Bordón vio el claro ante la suspensión de Machado y puso manos para hacerse de las arcas del sindicato, momento en el que empezaron los tirones. Obviamente no hubiera sido posible sin ayuda de unos de sus socios más férreos, el actual Subsecretario de Transporte y secretario de la obra social, César Frugoni, quien posee un contacto más que estrecho dentro de dicha entidad bancaria, nada más y nada menos que su esposa que ocupa una jefatura dentro del banco, y una abogado socio que también ocupa una jefatura de relevancia a la hora de pedir favores o acceder a ciertos intereses que vinculen al sindicato y sus arcas”, denuncian desde el sector disidente.
Una cuestión que llama mucho la a tención de afiliados y allegados al mismo es la cantidad de personas desconocidas que merodean dentro y fuera del edificio sindical, los mismos aseguran estar brindando servicio de seguridad privada, una seguridad privada de dudosa procedencia, ya que crea un desconcierto.
Ahí surge la pregunta de nuevo: ¿Qué normalizó Bordón? Es que en su gestión y a un mes de las elecciones por Arbo y Blanco 771 “la cantidad de personas -según él rentadas de manera irregular-, aumentó en su número. La información recabada asegura que las personas que fueron separadas de sus cargos fueron cuatro afiliados que cumplían funciones dentro del sindicato y ahora hay al menos de diez a doce personas no afiliadas que no tienen una función confirmada. Parece que Bordón y el resto del séquito algo ocultan o están tratando de distorsionar la realidad.
Las urnas serán las que el 5 de septiembre próximo darán el veredicto para la conducción del sindicato (Machaco se vuelve a presentar con una lista de trabajadores). Ese día los afiliados decidirán su destino y a quién le entregan “el poder” hoy deseados por Alegre y su séquito que trató de obtenerlo antes de tiempo con la “mano judicial”.
