Alegre se la juega por una lista propia tras lograr la suspensión de Machado en Camioneros
Este domingo, se cerraron las listas para competir en las elecciones que se realizarán el próximo 5 de septiembre en el Sindicato de Camioneros, donde una de ellas la encabezarán los miembros de la denominada “Comisión Interina”, luego de suspender por medio de la Justicia al Secretario General Juan Carlos Machado, y en la que figura el empresario ganadero Agustín Bordón.
“Celoso” de los intereses del sindicato, Bordón determinó que en la sede a su cargo de Sáenz Peña no permitir el ingreso de ningún trabajador para colaborar, y delegó responsabilidades a sus hijos varones, dato no menor que en su haber tiene investigaciones por adquirir un vehículo y ganado bobino de manera fraudulenta.
El correntino, oriundo de la ciudad de Saladas, será candidato a dirigir los destinos del Sindicato, próspero empresario (con una empresa de limpieza y una consultora, ambas empresas con empleados sin registrar), sospechado y denunciado públicamente por un grupo de afiliados de enriquecimiento ilícito, de cobrar coimas de los empresarios para hacer la vista gorda en algunas empresas donde las condiciones de trabajos de algunos camioneros no son las ideales, y por perseguir a aquellos afiliados que no coinciden con sus modos de dirigir hasta hacerlos despedir de sus lugares de trabajo.
El hoy Subsecretario de Transporte de la provincia, Cesar Frugoni Zavala, también forma parte de la lista que tiene a Isaías Alegre como secretario general, cuestionado por su condición de empresario y administración fraudulenta, poseedor de un patrimonio millonario. En ese contexto, creen que padece de amnesia dirigencial, cuando sus propios compañeros afirman que ya ni le conocen la cara, olvidado de la estructura y del dirigente que lo impulsó para ocupar su actual cargo, se puso a la cabeza del golpe institucional que lo dejó suspendido al actual secretario general.
La lista, el “equipo de los sueños”, lo completa Roberto Díaz: tesorero eterno de los tres “mosqueteros”, también poseedor de un grotesco patrimonio: departamentos, terrenos, parque automotor y un par de inversiones comerciales. La verdad, en los tiempos que corren, estos “dirigentes sindicales” han sabido manejar bien su dinero, de manera que, en tan poco tiempo de ser sólo simples empleados con un ingreso normal, crecieron de manera exponencial.
Entre los cuatro, acompañados de familiares y amigos, forman parte de hasta cinco sociedades entre sí: inversión ganadera, textil, exportadora, negocios comerciales varios. ¿Cómo lo han hecho?
Esa es la incógnita que muchos afiliados quieren dilucidar, y confiados que no son los fondos que llegan al sindicato por ellos conducido la que estaría financiando esta vida de prósperos empresarios que llevan. Seguramente será turno de la Justicia de poner la lupa en estos personajes y en la gestión por ellos ejecutadas o serán las próximas elecciones las que pondrán fin a esta triste novela.
