Opinión
Coronel Du Graty

A mis correligionarios: "Me siento preparado para presidir la Juventud Radical del Chaco"

"Estas aspiraciones no son nuevas, sino que es una decisión que vengo madurando hace un tiempo considerable", dice Maxi Mosdien, joven radical de Coronel Du Graty.

Por Maxi Mosdien, especial para NOVA

Escribo estas líneas con la intención de comentarles mis crecientes y sinceras aspiraciones a presidir la Juventud Radical del Chaco. Estas no son nuevas, sino que es una decisión que vengo madurando hace un tiempo considerable. Detrás de mi figura como precandidato hay un equipo de jóvenes de distintos espacios del partido que se conocen hace un buen tiempo; militamos en principio cada uno en su localidad y también en el plano provincial; y como buenos correligionarios, a pesar de las diferencias, coincidimos en muchas cuestiones que conciernen al partido y su situación actual y fundamentalmente a la juventud radical. Eso nos llevó a agruparnos y organizarnos para ofrecer una alternativa de conducción para el nuevo período que es al menos interesante conocer:

Es menester que se termine de definir adentro de la UCR una estructura sólida que nos permita volver al gobierno. Esta, sin juventud, sabemos que no es posible y por eso nos parece muy importante tomar en cuenta el trabajo realizado desde la normalización de nuestra mesa de conducción hasta ahora, resaltando el precedente de la activa integración de los jóvenes tanto en las listas de candidatos como la confianza depositada en muchos de nosotros para la conformación de gabinetes. Creo firmemente que los lugares nos los tenemos que ganar con prepotencia de trabajo, pero a la vez con formación política real y precisa, con la construcción de liderazgos juveniles locales y provinciales que sostengan esa estructura. Me parece que en ese sentido vamos y el desafío fundamental que tenemos por delante es el de afianzar el diálogo desde el disenso incluso, para poder realmente representar como partido político a la población.

Recorrer los pueblos y conversar con los amigos me hace ver que los jóvenes estamos dispuestos y tenemos vocación de servicio y también de poder, pero nos falta (en muchos casos) la orientación para explotar esa vocación. Siento que debemos generar más espacios de debate para conocernos y para conocer a la sociedad. Estar con la gente no puede ser un mero acto asistencialista que nos lleve a repartir soluciones momentáneas como la bolsita de mercadería o el aporte económico que la gente sí necesita, pero que no nos hace pasar de ser gestores circunstanciales. Necesitamos respaldarnos entre todos para que las soluciones reales y definitivas lleguen a los desposeídos de quienes decimos ser “la causa”. Ésa es la única manera tener legitimidad, de convertirnos en referentes de una sociedad que cada vez nos exige más, y que repudia algunas de las prácticas políticas con las que quizás hace 20 años atrás podíamos llegar a ganar una elección.

Las herramientas están al alcance de nuestra mano y quizás sólo sea cuestión de aprovecharlas mejor: el aprendizaje que nos deja la cercanía con nuestros mayores y con nuestros pares; el de la regionalización que nos permite conocer nuestras realidades y articularlas con las de otras zonas… necesitamos conocer nuestras fortalezas y debilidades “para adentro”; debatir y decir lo que queremos y hacia dónde vamos; ser honestos y sensatos a la hora de comunicarnos con el otro; desde allí parten los puentes a construir que más temprano que tarde nos llevarán a ser gobierno.

Soy consciente de que existen otros candidatos, de hecho con algunos ya he tenido la oportunidad de hablar y fue a quienes primero planteé mis ideas porque soy un convencido de que debemos lograr la unidad, pero la que no es amontonamiento, la que no representa un mero negocio entre partes, una cuestión de “rosca” y mucho menos una obediencia debida. La unidad debe fluir y partir del nivel de representación de nuestros líderes, de la sinceridad entre nosotros, de la aceptación del otro y su punto de vista, del rol que cada uno cumple o puede cumplir en el partido. ¿Es difícil? ¡Claro que sí! ¿Se puede lograr? Percibo cada vez que hablo con los amigos que sí, pero para ello es necesario voz, palabra y compromiso. No creo en los arreglos luego de los que cada uno se lleva un diploma en la pared y nos volvemos a nuestras localidades así, siendo lo mismo, sin aportarle nada a la causa. Abrir la jugada es juntarnos de verdad, fomentar el esfuerzo colectivo y recorrer en equipos donde cada quien se haga cargo del espacio que acepte ocupar. Para eso no se necesita mucho más bien que tiempo, un buen esquema, organización y buena voluntad.

Estamos dispuestos a ayudar donde haga falta, tenemos los ideales puros y las ganas más encendidas que nunca. Por lo mismo no busco ser el candidato de nadie más que de los propios jóvenes. Queremos ver un cambio radical en el Chaco, queremos ser capaces de gobernar y queremos ser la mejor generación de políticos para nuestra provincia. La oportunidad es esta, y somos muchos los que no estamos dispuestos a desaprovecharla. ¡Con las zapatillas puestas, la cabeza fría y el corazón caliente… allá vamos!

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