Panorama Político Chaqueño
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Y lo que se esperaba sucedió: estalló la guerra en la Legislatura

Campo de batalla. Hugo Sager y Juan Manuel Pedrini son los abanderados del coquismo en esta lucha cuerpo a cuerpo contra el gustavismo, donde Elida Cuesta y Nadia Amud coparon la parada. (Dibujo: NOVA)

Todos vaticinaban que el 2020 iba a ser un año complicado en la Cámara de Diputados del Chaco por la nueva conformación de bloques y por la cruda interna que todavía sigue latente en el justicialismo. Pero lo que sí nadie esperaba, era de que se pudriera todo durante la primera sesión que Hugo Sager presidía en el recinto legislativo y en la que se tenía que tratar un paquete de leyes enviado por el flamante gobernador Jorge Capitanich.

En medio de un clima caliente de transición en el que sucedió de todo, el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo para determinar el nuevo organigrama ministerial para la nueva gestión fue pateado para la sesión extraordinaria del miércoles 18 de diciembre, así como otra iniciativa para la convocatoria al gran congreso pedagógico anunciado hace meses por Capitanich y que se tenía que realizar el próximo lunes.

En una hábil maniobra pergeñada junto a la Unión Cívica Radical, la ex presidenta del cuerpo, Elida Cuesta, encabezó la cruzada para marcar la cancha al oficialismo y dejar bien en claro que todas las iniciativas legislativas que se aprobarán de ahora en más tendrás que ser consensuadas y no impuestas con soberbia. Con los once votos de la oposición y los cuatro que posee la esposa de Gustavo Martínez, actual intendente de Resistencia, el oficialismo se ve obligado a negociar todo, lo que provocó el primer cortocircuito de la era Sager con proyectos que habitualmente salen de protocolo y que no perjudican a ningún sector.

Es por eso que el pasado miércoles se vivió una nueva y extensa jornada de tensión que incluyó maratónicos cuartos intermedios para tratar de consensuar una salida y aprobar el paquete legislativo del Ejecutivo, algo que no sucedió y se convirtió en el primer palo en la rueda de la tercera gestión de Capitanich.

Esta última sesión ordinaria del año se concretó en medio de un clima hostil por los chismes de pasillo que aseguraban que el flamante presidente del cuerpo iba a dar marcha atrás con resoluciones de pase a planta para 110 agentes y merecidas promociones de agentes legislativos de la estructura orgánica que fueron firmadas por Elida Cuesta luego de un extenso trabajo realizado por una comisión de reestructuración del Poder Legislativo, que estuvo conformada por representantes de todos los bloques políticos, así como por los secretarios legislativos, directores y representantes gremiales de los trabajadores.

Ante esta posibilidad, el gremio legislativo decretó un estado de alerta y movilización permanente que también pondría en peligro la realización de la sesión extraordinaria convocada para el próximo miércoles.

Al parecer todo está relacionado e interconectado para convertir a esta situación en un cóctel explosivo que deberá ser desactivado rápidamente por Sager, que además ya recibió la amenaza del gustavismo de romper el bloque Frente de Todos y pedir la conformación de un bloque propio de la Corriente de Expresión Renovada (CER) que estaría conformado por la propia Cuesta, acompañado por María Elena Vargas, Nadia García Amud y Andrea Charole.

Este sería otro gran dolor de cabeza ya que Capitanich y el oficialismo deberán avanzar con importantes y pesadas iniciativas legislativas, como el nuevo Presupuesto Provincial y otros paquetes de adendas y endeudamiento que requieren el acompañamiento de los dos tercios de los legisladores para ser aprobados. Con este escenario, el oficialismo deberá pagar un alto costo para conseguir los consensos necesarios que le permitan acceder a las necesarias herramientas que le darán tranquilidad a su gestión.

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