Violencia, amenazas, punteros políticos y una familia perjudicada en Resistencia
Estos sucesos que trataremos no son aislados, no son desavenencias circunstanciales entre vecinos. Mariela Díaz, una humilde trabajadora que es soporte económico de su familia y su casa del barrio 29 de Agosto, de Resistencia, con un trabajo en una de las áreas más castigadas por la pandemia, como lo fue la gastronomía, hace cinco años viene padeciendo problemas con su "vecina", Irma Ester Encina de 34 años, desocupada y de comportamiento conflictivo, rayando con lo delictivo, más conocida como “Yamila”.
Todo se circunscribió siempre a amenazas de Encina hacia Díaz, de hecho, la pareja de "Yamila", ahora convicto por múltiples ilícitos, cuatro años atrás agredió y amenazó la vida de Mariela Díaz con un arma de fuego, lo que hizo que comenzara el peregrinar de Mariela de radicar las denuncias correspondientes en la comisaría Cuarta, cada vez que era agredida por "Yamila" Encina.
Son muchos los vecinos que son agredidos por esta mujer y su "junta", que como mínimo, se pueden calificar de hábitos marginales y delictivos. En 2019, de la nada, “Yamila” se abalanzó sobre Mariela Díaz, quien salía hacia su trabajo, en la vereda del domicilio de esta última, arrojándola al piso, tomándola de los cabellos violentamente y propinándole golpes. En ese hecho, se presume que Encina estaba alcoholizada y probablemente bajo efecto de diferentes sustancias. Díaz hizo la denuncia correspondiente ante la comisaría Cuarta pero jamás prosperó, nadie acudía en su auxilio y el desmadre de Encina era cada vez mayor e impune. Las amenazas, una constante…
Hasta que el 15 de Julio pasado, los tres hijos menores de Díaz se encontraban dentro del domicilio, y Díaz estaba en el lavadero dentro de su domicilio cuando comenzó a ser nuevamente molestada por Encina, quien se encontraba con dos hombres, uno de ellos pareja de su madre, Josefa Navarro, que están construyendo en ese terreno que “Yamila” usurpa una casa a la misma. Todo esto denunciado e ignorado.
En ese contexto, ante la indiferencia de Díaz a Encina, los hombres cruzan a través del alambrado que separan a los domicilios, tomaron por los brazos e inmovilizaron a Díaz para que Encina le arroje un ladrillazo, que ocasionó lesiones en su rostro. Luego, los hombres soltaron a Díaz y “Yamila” la tomó de los cabellos y siguió agrediéndola, todo esto a la vista de vecinos y de los propios hijos de Díaz, que veían una vez más como su madre era maltratada por esta "vecina".
Cuando Díaz logra meterse a su domicilio, “Yamila” y su madre Josefa le advierten que si ella realizaba la denuncia, cuando volviera del trabajo encontraría a su casa quemada con los menores dentro. Ante eso, Díaz tuvo que llamar a su padre para que quede al cuidado de sus hijos, así ella poder ir a cumplir con la denuncia, una vez más, y luego a su trabajo.
A todo esto, hay que sumarle que Josefa Navarro les advirtió a todos los vecinos que no se metan con ella ni su hija, ya que pertenecerían a las "punteras y personal" del intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, cosa que fue desmentida enfáticamente ante los avances en la investigación de NOVA.
