Panorama Político Chaqueño
¿Quién diría?

Tras las elecciones de noviembre, la relación entre Coqui y Gustavito se encuentra en su punto máximo

Mesa chica: Gustavo y Coqui consolidaron una alianza política que nació en 2007 y que actualmente se encuentra en su mayor esplendor. (Dibujo: NOVA)

Quién iba a decir que meses atrás, el gobernador Jorge Capitanich y el intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, terminarían inmersos en una fuerte alianza política que hasta parece inquebrantable. Pese a las rabietas y reproches de muchos dirigentes de las primera línea coquista, el mandatario chaqueño optó por cerrar filas con el caudillo capitalino y nuevamente el peronismo se encuentra unido y atravesando una de sus mejores etapas.

Y para que esto suceda, no solo se alinearon los planetas dentro del universo justicialista chaqueño, sino que también se cumplieron los acuerdos políticos delineados tras las PASO de agosto, y que permitieron la histórica remontada en las elecciones de medio término de noviembre. La cual se constituyó en un muy importante triunfo electoral en medio de la crisis por la pandemia de coronavirus, que no solo fue muy valorado por el propio Capitanich, sino por todo el peronismo provincial que se las veía negra.

Para colmo, la dura realidad de la política chaqueña se encarga de pasar factura y acomodar cada patito en su fila. El claro ejemplo es el del ahora solamente diputado Hugo Sager, que semanas atrás tenía reservado un lugar al lado del gobernador en cada acto oficial, y ahora de suerte puede subir a los escenarios de actos importantes como el del día de la Democracia, donde tuvo que ubicarse donde pudo, atrás de todo, y demasiado lejos de Capitanich, Martínez y de Elida Cuesta, la flamante presidenta de la Legislatura chaqueña.

No es casualidad de que el CER tome protagonismo en este 2022 que se constituye en la previa para el plato fuerte de cara a las elecciones provinciales. Tras la experiencia vivida en las primarias, el peronismo sabe que no tiene margen de error y que es necesaria una verdadera unidad partidaria al precio que sea. Coqui no quiere especulaciones y chicanas internas de cara a lo que se viene, por lo que optó por arreglar con su principal aliado político y mantener viva esa buena relación que, a pesar de las idas y vueltas, sigue vigente desde el 2007, donde el corazoncito cautivó al electorado chaqueño.

Si bien aún es imposible saber qué hará Capitanich, si buscará la reelección o iniciará una nueva aventura nacional, para el gobernador es necesario mantener una unidad partidaria bien consolidada para poder encarar cualquier posibilidad. Lo mismo sucede del lado del jefe comunal capitalino, que tras los resultados en Resistencia sabe que lograr un nuevo triunfo en el 2023 es una misión compleja y difícil, pero no imposible.

Y más si se cuenta con el apoyo político y financiero del Gobierno provincial para iniciar la travesía. Ni hablar si el montenegrino decide apuntar sus cañones a nivel nacional, lo que automáticamente convertiría a Gustavito en el principal aspirante para retener la gobernación en manos del peronismo.

En pocas semanas se iniciará un nuevo año que será tranquilo y sin complicadas elecciones, pero que servirá para comenzar a entrelazar alianzas que definirán el futuro político de la provincia. Y con todas las acciones que llevaron adelante en las últimas semanas los dos caudillos peronistas, queda claro que el principal objetivo es consolidar la unidad del peronismo chaqueño y trabajar pensando en el 2023.

Solo resta saber cuánto durará esta primavera justicialista y si se logra llegar al año electoral de la mejor manera, y en medio de un clima mágico y armonioso que hasta hace pocos meses atrás, parecía imposible de lograr.

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