Sigue el trabajo del Equipo Forense Argentino para dar con la fosa común de la Masacre de Napalpí
Desde el martes pasado, integrantes del Equipo Argentino de Astrología Forense (EAAF), liderados por Silvina Turner están trabajando en la zona de Las Tolderías para dar con una fosa común de la Masacre de Napalpí. En diálogo con Radio Provincia del Chaco, Diego Vigay, integrante de la Fiscalía Federal en Causas de Lesa Humanidad del Chaco, comentó que “es un trabajo sumamente difícil de búsqueda que le toca al EAAF por el tiempo transcurrido, por el cambio de la geografía del lugar”.
Durante una semana, el EAAF estará realizando excavaciones en 12 hectáreas de Las Tolderías, tomando nueves puntos de referencia para dar con la fosa común. El abogado explicó que “en este momento el EAAF está trabajando en el lugar con operarios y personal de Vialidad Nacional y Provincial, y son los antropólogos los que van guiando las máquinas retroexcavadoras, indicando los lugares y ordenando parar cuando tienen algún indicio. Una vez que se da con algo, hacen un trabajo más fino con otro tipo de herramientas”.
Vigay señaló que lo que se busca es al menos una fosa común grande de más o menos de 400 cuerpos, de la que hablaban los testimonios de la causa de Napalpí. Actualmente se están abriendo trincheras de tres metros de profundidad y 20 y 30 centímetros de largo, tratando de dar con algún movimiento de suelo que determine la posibilidad de la existencia de una fosa.
“Esta segunda etapa se da a partir de los testimonios que hablan de pozos de agua de los alrededores con mucha sangre y mucha grasa durante varios meses posteriores a la masacre, por lo que se relaciona a la fosa común con alguna corriente de agua subterránea, que fue buscada a través de fotos satelitales y de una sonda electromagnética que estuvo pasando durante toda una semana en el mes de agosto”, explicó Vigay. En esta búsqueda, el EAAF también contó con información procesada por el Laboratorio de Tecnología del Instituto de Geografía de la Facultad de Humanidades con el Conicet, y el aporte del gobierno del Chaco con fotografías satelitales para determinar la geografía del lugar.
Vale destacar que los trabajos son en la zona de Las Tolderías, a cuatro kilómetros de Colonia Aborigen, que era el lugar donde se encontraba la Reducción Napalpí en 1924. El predio donde se produjo la masacre tiene 25.000 hectáreas, y es donde estaban asentados los indígenas de los Pueblos Qom y Moqoit, al momento del levantamiento y el posterior genocidio.
Primeras excavaciones
Vigay recordó que en 2019, previo al juicio de lesa humanidad por la Masacre de Napalpí, se realizó un primer trabajo de búsqueda que duró un mes. “Durante el juicio por la verdad, los testimonios de sobrevivientes y moradores del lugar, dieron algunos indicios de dónde podría estar esa fosa común y aunque es un trabajo difícil, confiamos en la experiencia del EAAF en búsqueda de fosas comunes de masacres indígenas a lo largo de todo Latinoamérica”, comentó el fiscal chaqueño.
En esta primera etapa sí se logró dar con los restos de un cuerpo enterrado a 30 centímetros de la superficie, que luego en su análisis podría ubicarse entre las personas que escaparon al monte al momento de la balacera de la Policía Nacional del en ese momento Territorio Nacional del Chaco.
La Masacre de Napalpí fue perpetrada el 19 de julio de 1924 cuando centenares de personas de los pueblos Qom y Moqoit protestaban por la situación de esclavitud que soportaban en una reducción chaqueña, tras lo cual policías y grupos civiles los asesinaron, mutilaron y enterraron en fosas comunes. El proceso de búsqueda de la verdad en la Masacre de Napalpí fue encabezado desde 2008 por el historiador y docente Qom, Juan Chico, creador de la Fundación Napalpí y en el proceso de reparación histórica del genocidio indígena, el gobierno de Chaco oficializó en 2010 las lenguas de los pueblos Qom, Moqoit y Wichi, a través de la Ley Provincial 26.604. Recién en mayo de 2022 se realizó el Juicio por la Verdad que determinó que se trató de crímenes de lesa humanidad, con responsabilidad del Estado.
Las dificultades
Uno de los factores que dificulta el trabajo del EAAF es el cambio de la geografía del lugar “por la urbanización y la pérdida de registro geográfico, como el árbol gigante y un curso de agua que cambió su lugar”, detalló Vigay. Además esto indica que la búsqueda no se puede agotar en esta segunda etapa y requerirá trabajos posteriores.
Respecto de la continuidad de la búsqueda a futuro, el fiscal chaqueño remarcó que “no existen indicios de que este trabajo con el EAAF no pueda seguir, ya que la causa de Napalpí tiene sentencia como hecho de lesa humanidad” y dijo “confiar en la independencia de la Justicia Federal para seguir adelante con las medidas que indica la sentencia, más allá de los discursos negacionistas que se dan a nivel nacional”.