Si una persona que viajó a estas áreas presenta a su regreso a la Argentina, y hasta dos semanas después, fiebre acompañada de dolor de cabeza, somnolencia, dolor muscular o en articulaciones, dolor detrás de los ojos, sarpullido, sangrado de encías, es fundamental acercarse lo antes posible a un centro de salud para realizar la evaluación correspondiente.

No automedicarse (algunos antiinflamatorios como el ibuprofeno o la aspirina pueden agravar el cuadro clínico), usar medidas de protección personal como repelentes, barreras físicas como mosquiteros en puertas y ventanas y medidas de aislamiento dentro de la vivienda para evitar contagiar a otras personas.

La fumigación no es un método de prevención, sólo se aplica para bloqueo de casos sospechosos y contexto de brotes. Es necesaria la prevención comunitaria y protección personal y adaptarse a las recomendaciones de los lugares con circulación en caso de viaje.

Es importante detectar en las casas todos los lugares donde se puede acumular agua, para eliminar los potenciales criaderos del mosquito Aedes Aegypti.