Política
Una historia para contar

Rodrigo Mendoza, un hombre muy inteligente que tuvo una partida acelerada de este mundo

Abogado, cosmopolita, inteligente, respetuoso. Rodrigo Mendoza falleció a los 46 años en diciembre de 2018.
Rodrigo era abogado, había estudiado en la Universidad Católica de Santa Fe. Tita, su mamá había fallecido en mayo de 2013.
"La vida me mostró que cuando más grade es el otro, más ruido hace al caer..." uno de los últimos posteos que hizo Rodrigo que "nunca se la creía", por consejo de su padre.

Pocas veces resuena en la memoria colectiva la pérdida de alguien medianamente o “muy conocido” del ámbito local, pasa como con todo en la ciudad de Resistencia, en esta provincia, en este país, pero si hay una desaparición física que tuvo bastante repercusión no solo por la familiaridad con el poder si no por mérito propio, en sus buenas épocas como reconocido abogado local y portar un apellido que él mismo se jactaba de llevarlo, es ya era de cuna peronista: Mendoza.

Esta es la historia de quien en vida fuera Rodrigo Mendoza, hermano del también fallecido Claudio, de Sandra y " Lichi" Mendoza.

A diferencia de su hermano Claudio, Rodrigo, por cuestiones de "épocas", tenía mucha interacción en las redes sociales. Muchos "amigos", posteos muy divertidos y mordaces, burlándose de hasta él mismo.

Rodrigo era un hombre cosmopolita, muy instruido, muy culto, daba gusto no solo leerlo en las redes sociales sino intercambiar opiniones con él; sabía y se podía hablar de todo con él y con la humildad e inteligencia de "los que saben" nunca la canchereó; aunque, obvio, si lo buscaban lo iban a encontrar pero dese la inteligencia, jamás fue violento.

Llamaba la atención la ausencia de Rodrigo en las redes sociales, hasta que irrumpía nuevamente y explicaba casi siempre que le había sucedido. Nunca era nada muy muy relevante, hasta que el mismo Rodrigo empezó a denunciar amenazas contra su integridad física, hubo sets de posteos donde se lo apreciaba golpeado, pero golpes serios, atribuidos a gente que tenía cosas contra su familia y/o su ex cuñado (Jorge Capitanich).

Pese a su linaje peronista Rodrigo sostenía que la política “era muy sucia”, a través de las redes exhibía su ideología, pero no fanático; las críticas las sabia aceptar y hasta darles razón genuina. Con esto se puede mostrar que Rodrigo no era un tipo manipulador ni que usaba las redes como "pantalla".

Menuda sorpresa fue cuando anunció que estaban en la dulce espera, por primera vez, con Carla Cotinovich, de la bella Catalina.

Todos los afectos de Rodrigo eran genuinos. Lamentablemente no se puede decir que había reciprocidad.

Su debilidad más marcada era su ahijada, la primogénita de su hermana Sandra, con quien realizó muchos viajes y compartían tatuajes por ejemplo. Él tenía una debilidad enorme por su sobrina mayor.

Después llegó su hijita Catalina, y los miedos y el pánico de Rodrigo iban en aumento. Él tenía terror que a alguien muy vinculado con él les haga daño. Y así también lo hacía saber en sus redes sociales, como los incidentes que tuvo e inexplicablemente lo golpearon muchísimo y "nadie fue, nadie vio nada".

Es que la realidad es que Rodrigo Mendoza con vida y con el caudal de conocimiento que tenia de muchísimos asuntos inherentes al poder, era muy peligroso.

No dejaban que Rodrigo tenga autonomía de decisión, cierta vez, en su camino se cruza una persona que cuando lo vio le pareció que estaba viendo a un vagabundo tal es estado deplorable en el que se encontraba este prestigioso letrado y miembro de una emblemática familia, un hombre solo, dejado a la buena de Dios. Viéndolo nadie pensaría que ese era Rodrigo Mendoza y viendo donde residía tampoco daría para pensar que tenía menos de lo mínimo indispensable para sobrevivir, que a su salud quebrantada había que sumarle que le fomentaban las adicciones de las que alguna vez supo recuperarse, que estaba casi ciego y que las personas que tanto se arrogaban del cuidado de este pobre hombre eran las mismas que estaban acelerando su partida de este mundo.

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