Desde el oficialismo se hizo todo lo que se tenía que hacer. Para estas elecciones de medio término sí se sintió la presencia de un aparato electoral bien aceitado y con mucho presupuesto que no escatimó en gastos a la hora de salir en busca de los votos necesarios para la remontada que necesita el peronismo chaqueño.

Como era de esperarse, Jorge Capitanich abrió el grifo de recursos económicos para que los intendentes manejan a gusto y piacere una gran cantidad de dinero que fue repartido entre las distintas unidades básicas y punteros políticos que en los últimos 30 días movilizaron a sus tropas para caminar y recorrer cada barrio de la provincia para convencer que la propuesta del Frente de Todos es la mejor opción para las elecciones de este año.

Por otro lado, el radicalismo siguió con el mismo trabajo que venía realizando desde antes de las PASO y prefirió no salir a competir contra el aparato oficialista que viene con la billetera gorda.

Leandro Zdero y Juan Carlos Polini fueron víctimas del blindaje mediático peronista y poco pudieron brillar en los canales de televisión y radios, salvo contadas excepciones de las cuáles tampoco supieron aprovechar.

Este es el caso de los debates preelectorales que se llevaron adelante y en donde el legislador provincial radical no tuvo una buena actuación, basándose en una plataforma electoral muy chata y no pudiendo marcar una discusión seria de los verdaderos problemas que tiene el Chaco actualmente y sus posibles soluciones.

Y eso, teniendo en cuenta de que del otro lado estaban los candidatos designados por Capitanich, que lejos de mantener un perfil digno para un representante del pueblo en la Legislatura, también hacían agua en los debates dejando al descubierto la poca jerarquía y espalda política para poder aspirar a una banca como corresponde.

Y para dejar bien en claro la falta de muñeca, solo hace falta escuchar los audios que se hicieron virales de las primera candidata a diputada provincial del Frente de Todos, que para evitar tener que poner unos mangos a un periodista local, no tuvo mejor idea que reconocer que el manejo de la publicidad de campaña está siendo manejada por el propio Gobierno provincial, algo que no solo está prohibido, sino que deja nuevamente al descubierto una nefasta realidad argentina de que todas las campañas proselitistas se financian con las arcas del pueblo de la provincia del Chaco.

Sin darse cuenta, esta joven paracaidista a la que la candidatura le cayó como un regalo del cielo, deja bien en claro que no es necesario contar con mucha experiencia política ni formación ética para ingresar a la Legislatura provincial, sino que solamente tiene que ser designada a dedo y sin “un peso en el bolsillo” para convertirse en una representante del pueblo.

El próximo domingo serán los chaqueños los que definirán el futuro político de la provincia y decidirán que es necesario que haya un cambio de aire o continúe esta supremacía del peronismo chaqueño que se inició en 2007.

Pero lo que sí quedará bien claro es que, lamentablemente, el electorado tendrá que elegir a los candidatos “menos peores”, ya que en la actualidad todas las listas que se presentan cuentan con dirigentes de poco peso y muy mala formación para ocupar los cargos a los que aspiran.