Interior
Se terminó el silencio por miedo

Realidades acuciantes en Basail: "roban" vacunas a vecinos, para darles a votantes de Santa Fe

La doctora Marcela Pineda, a cargo del nosocomio local, maneja fronteras más allá de la localidad y permite la inoculación de vecinos de Santa Fe.
El intendente Ignacio Rostán y la doctora Pineda, realizan en el Hospital local la vacunación a personas de Santa Fe, robando esa posibilidad a los vecinos de la localidad.

Desde que las realidades acuciantes que día a día se viven en Basail dejaron de ser anónimas y cajoneadas, el velo del silencio por miedo parece haberse terminado. Los sobres cargados de billetes comenzaron a llegar para algunos "opositores" en pos de acallarlos, pero en esa actitud, olvidan algo muy importante: la salud del pueblo.

Ante esto, de lo que NOVA va a hablar, es que la localidad actualmente necesita que la actual Directora del Hospital, la doctora Marcela Pineda, deje de manejar fronteras más allá del nosocomio, algo que ya explicaremos en próximas líneas... A eso se suma que su amiga Rita Blanco, que no es médica, sino que enfermera, pero de todas maneras a veces queda a cargo del puesto sanitario.

¿Por qué decimos que la salud de los vecinos parece ser algo secundario para las autoridades del pueblo? Porque para el intendente Ignacio Rostán y la doctora Pineda, personas que llegan desde Santa Fe tienen más derecho a ser vacunados que los propios vecinos de la localidad. El popular “a buen entendedor, pocas palabras”: son los “votantes fieles” en años electorales, como lo es este 2021.

Lo cierto es que no se están realizando las aplicaciones de vacunas contra el Covid-19 a integrantes del pueblo, algo que ya hemos demostrado que tienen necesidades terribles, por ejemplo, el caso de Omar Ebel, quien fue abandonado en el basurero, con heridas y un estado de malnutrición más que evidente, o como el caso de Nicolás Mierez que deambula por el pueblo, y que no se sabe si está tomando la medicación correspondiente a su patología.

Lo lamentable es que, en este contexto de emergencia sanitaria, la doctora Pineda concurre al Hospital de la localidad sólo dos veces por semana, y fin de semana de por medio atendiendo guardias. Además, cabe destacar que, en lo edilicio sufre muchas falencias, ya que el Hospital no cumple más funciones como cuando era Puesto Sanitario. Funciona como nosocomio, pese a que tiene sólo dos camas para contener a los pacientes hasta que esté disponible la ambulancia para el traslado a Resistencia.

Entre otras falencias, no se llevan a cabo partos, cuentan sólo con dos médicos, personal de enfermería y administrativos. Ni con esta dura realidad el Intendente Rostan y la directora del nosocomio Pineda entienden que las vacunas destinadas deben ser aplicadas al pueblo y no a los "votantes foráneos", pues todos estamos atravesando plena pandemia, donde hasta la capacidad del Gran Hospital “Julio C. Perrando” se encuentra saturada, teniendo que disponer hasta en los pasillos del mismo camas para internar los pacientes de Covid-19 y no pudiendo realizar derivaciones.

En ese contexto, se encuentra la mirada impotente del pueblo, que ve que las partidas de vacunas destinadas a Basail y su gente, son aplicadas a los "votantes fieles" de Santa Fe. Además, de que en la localidad se atiende según la camiseta política que tenga.

Al parecer, los “responsables” no piensan que en esta pandemia nos estamos desmoronando, y que la posibilidad de inocularse con la vacuna asignada es una pequeña luz en tremenda tormenta y, hasta en eso el Intendente y en complicidad con ese desmanejo de la directora del Hospital, le restan al pueblo de Basail la oportunidad del derecho a la salud que tienen.

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