Los excesivos y justificados controles que se realizaban meses atrás brillan por su ausencia y todo indica que la “zona liberada” responde más que nada a la cercanía de un proceso electoral que si bien no es prioritario o vital, sí se constituye en la antesala de una elección de medio término que marcará un panorama político para lo que resta en las actuales administraciones.

Es por esa razón que sin mucha repercusión mediática se llevan adelante en silencia reiteradas reuniones proselitistas y políticas en distintos puntos del Chaco, algunas con gran presencia de público que no respeta los protocolos sanitarios vigentes.

Los precandidatos a legisladores diariamente postean sus recorridas, caminatas y reuniones en las que presentan sus propuestas y ni siquiera se atreven a esconder el amontonamiento de personas que aún se encuentra prohibida según los decretos nacionales y provinciales vigentes.

Esto además genera una cadena de incumplimiento que es replicada en todos los sectores de la sociedad.

Desde los padres en las veredas de las escuelas, pasando por las largas filas en los centros de cobro y de pago habilitados, hasta comercios repletos de clientes que no cumplen con el distanciamiento estipulado por las normativas vigentes.

Ni hablar del cumplimiento y exigencia en la implementación del tan mediatizado Pasaporte Chaco, la herramienta que fue anunciada con bombos y platillos por el gobernador Jorge Capitanich y que no es aplicada, en absoluto en ningún lugar.

El retorno de las actividades deportivas grupales con presencia limitada de espectadores tampoco se cumple de manera adecuada.

Las capacidades reducidas y las exigencias de dicho Pasaporte Covid-19 tampoco son respetadas, mezclándolo todo tipo de personas sin conocer el verdadero estado de inmunización y los posibles riesgos que conlleva un posible contagio que rompa con la supuesta “inmunidad de rebaño” que tanto pregona el Gobierno provincial.

Todo esto es realmente alarmante, más teniendo en cuenta el último parte epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud Pública del Chaco, que informa hasta este sábado se registró 95.933 casos confirmados de Covid-19 en lo que va de la pandemia, con 3.325 casos que aún permanecen activos y 2.136 personas fallecidas.

Sin olvidar que en las últimas 24 horas fallecieron cuatro hombres de 47, 57, 43 y 77 años de Resistencia; un hombre de 54 años de Fontana; una mujer de 70 años de Quitilipi; una mujer de 61 años de Colonia Elisa; una mujer de 49 años de Villa Ángela; un hombre de 58 años de Presidencia Roque Sáenz Peña, y un hombre de 58 años de Campo Largo.

Lejos de terminar está la pandemia y desde el Gobierno provincial realmente se ha bajado la guardia para camuflar el amontonamiento de personas que provocará la campaña proselitista y posterior proceso eleccionario de septiembre.

El tiempo dirá si todo este caos actual será el culpable de un nuevo recrudecimiento epidemiológico o se seguirá echando la culpa a la llegada de la variante Delta como la única responsable de nuevos contagios y muertes en todo el país.

Mientras tanto los partidos políticos seguirán jugando a la politiquería barata en busca de renovar sus bancas sin preocuparles ni un poco la situación sanitaria del Chaco y el resto del país.