Judiciales y Policiales
Un caso más, y van…

Otra abuela en estado de desesperación, temiendo por la vida de su nieto

Guillermo Frugoni Zabala fracturó el cráneo de su hijo siendo bebé y, aun así, es premiado con la tenencia del menor por parte de la jueza Patricia Saa. (Foto: NOVA)
La familia Frugoni Zavala, núcleo de violencia y adicciones como patrón de conducta naturalizado. (Foto: NOVA)

María Alejandra Mignone contó a NOVA que tienen, junto a su hija, ocho expedientes sin resolver a manos de la jueza Patricia Alejandra Saa, que vale recordar que es la pareja del Procurador General, Jorge Canteros. La naturaleza de dichos expedientes van desde impedimento de contacto, denuncia falsa que hace Guillermo Frugoni Zavala, progenitor del menor, siendo que jamás se le impidió contacto alguno. Además, existe el expediente 1741/21, donde Frugoni Zavala pide que le regulen alimentos en favor del menor, porque la brillante idea de Patricia Saa fue entregarle la tenencia al padre, sacando al niño del lado de su mamá, un caso más y van...

Desde enero que el niño está sin ver su mamá y, ante eso, Alejandra cuenta que la relación entre su hija y Frugoni Zavala tuvo siempre episodios muy violentos. Guillermo siempre le pegó a la madre de su hijo, con golpizas que tenían "razones débiles" y más que nada porque él siempre se encontraba bajo los efectos de las drogas.

La separación se produce luego de una feroz golpiza, pero al poco tiempo, la hija de Alejandra se da cuenta que estaba embarazada. Allí, Frugoni Zavala la manipuló hábilmente para que vuelva con él, prometiéndole buena conducta y que tendrían una familia feliz. La historia se cuenta sola de cómo terminó esto: el niño tenía pocos meses de vida y su progenitor, por errarle el golpe que iba dirigido a la madre, le pega de lleno al niño produciéndole fractura de cráneo. Ante eso, la madre logra escapar, ya que Frugoni Zavala la tenía encerrada en la casa, cita en 1° de mayo 745, de la capital chaqueña, y donde vivieron semanas de dolor y preocupación con un menor con el cráneo fracturado y a la espera de su evolución.

Después de este episodio, Frugoni Zavala queda detenido y Mignone acoge en su hogar a su hija y su nieto. Pero en ese marco, se libra una perimetral de prohibición de acercamiento hacia la hija de Alejandra, que no evitaba que Frugoni Zavala vaya a "llorarle la carta", siendo en una oportunidad, luego de un intento fallido de suicidio cortándose las venas, fue a ver al niño en ese estado, ejemplo que ni así se le prohibió jamás ver al menor.

Allí se produce una oleada de hostigamiento por parte de la hermana, Natalia Frugoni Zabala, personal de la Unidad Penitenciaria 7, hacia la madre del menor. Esto demuestra que la familia Frugoni Zavala tiene naturalizada la violencia como una forma de relacionarse unos con otros, un núcleo viciado por consumos problemáticos de sustancias, maltratos verbales y psicológicos.

En ese contexto, es donde está viviendo el niño, pues la sabia Patricia Saa, y su equipo interdisciplinario, que entrevistaron al niño arbitrariamente, pero dictaminaron la tenencia basada en una publicación que hizo Frugoni Zavala en las redes sociales por despecho, y seguro por los desequilibrios que traen aparejados ser consumidor fuerte y habitual de sustancias.

En las publicaciones, el hombre acusaba a la madre del menor que le había amoratado el ojo y roto la boca de un golpe, que fue constatado por el 102 que esto no existió, pero no detectaron que el menor presenta claros signos de SAP (Síndrome de Alienación Parental), que es lo que lleva a los menores a decir una cosa que no sienten, como este niño que dice quedarse con su papá, y en instancias judiciales a los llantos pide por su mamá.

Aparentemente, al equipo de la doctora Saa, y a ella misma, nada la conmueve y deciden la tenencia en favor del padre, un drogadicto que no trabaja, que vive de la noche, el golpeador, en un núcleo familiar violento, con su abuelo paterno usurero y de prácticas violentas, una tía que pertenece a la U7 y que apaña a su hermano golpeador y adicto.

María Alejandra y su hija, madre del menor que fue absuelta de todos los cargos falsos que le armó Frugoni Zavala, no saben el estado del menor y se cae otra vez en el cuestionamiento del criterio de la jueza Saa y su equipo, quienes no contemplaron el malestar y la tristeza del niño que pide ir con su mamá, irrespetando su requerimiento y enviándolo a la casa donde la violencia es moneda corriente.

Alejandra Mignone solicita por favor para que su nieto vuelva al lado de su mamá, ya que teme porque Frugoni Zavala es un peligro suelto, que mientras ella está en sede de Tribunales, su hija está desprotegida ante los ataques de este adicto violento. Nuevamente, surgen preguntas: ¿a quiénes defiende de Justicia? Porque a los niños no... Y si a Patricia, a sus hijas o a su nieto, le pasara algo... ¿Qué dirían las autoridades? ¿Que fue una fatalidad o, peor aún, que ellas se lo buscaron?

Ya se han escuchado estas “excusas” antes, cuando los casos llegan a la prensa. Ante esto, solicitan que la Justicia haga su trabajo, sin amiguismos y con gusto se reportaría su buen desempeño…

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