La situación es más que desesperante ya que la única ayuda económica que tiene proviene de una pensión graciable y lo que su hija, que se desempeña en quehaceres domésticos, puede aportarle.

Los medicamentos de Ramona los gestionaron a través del programa PROFE hoy denominado Incluir Salud, pero no cubre la totalidad, por ejemplo, la insulina que Ramona debe aplicarse dos veces por día la que deben comprarla y los números no dan. Además, a raíz del ACV que sufrió recientemente, que la inmovilizó casi en su totalidad, necesitan una silla de ruedas fuerte para que la señora Ibalo pueda estar incorporada, debido también a su peso, que es superior a los 100 kilogramos, y necesita moverse para recuperar salud.

Pamela, su hija, contó a NOVA que necesitan “todo” y de manera “urgente”. Piden ayuda tanto de Desarrollo Social como del Ministerio de Salud, ya que la situación económica de Ramona y su núcleo familiar “es desesperante”. Para esta familia es difícil pedir ayuda al Estado, nunca antes lo habían hecho, ya que Pamela, como sus hermanos, fueron criados por Ramona bajo la cultura del trabajo, pero ahora es una “excepción”, esta vez le debe tocar a ellos. Pamela antes de acudir a NOVA había probado con “el locutor del pueblo”. Ella pidió para pedir ayuda al programa de Julio Wajcman, pero este le cortó la comunicación y ella se sintió muy mal, la dejó al borde de las lágrimas. Sin embargo, a pesar de la vergüenza que la situación le da, sabe que su mamá necesita ayuda extra, y ella no se la puede proporcionar.

La esperanza de Pamela de conservar a su mamá, depende de cuando pueda llevarla a control en el Hospital Perrando, cosa que no puede hacer pues no tiene como transportarla.

Relata que resolvió pedir ayuda porque se cansó de golpear puertas cuando la situación se tornó agobiante en todo sentido, y solo recibió hasta ahora indiferencia.

Ramona estuvo internada en el Hospital Perrando hace unas semanas cuando sufrió su ACV, y su salud no es buena, pero no hay forma en la que Pamela pueda trasladarla para un control médico y ajuste de medicación, al ser ella insulinodependiente.

Si bien la fachada de la casa donde vive Ramona es sólida, adentro no reúne las condiciones habitacionales necesarias para una persona promedio, menos para una mujer diabética que, ahora debe trasladarse en silla de ruedas, si es que le pueden facilitar una sólida como sus condiciones físicas lo requieren.

El pedido de Pamela es por su mamá, que es lo único que le queda y por ella pide que “por favor la Ministro de Desarrollo Social y la Ministerio de Salud la ayuden a Ramona”.