Pero tanto el Frente Integrador con Juan Carlos Bacileff Ivanoff y el CER con Gustavo Martínez a la cabeza decidieron jugársela por su parte. El espacio que comanda el ex gobernador, según algunos pasillos, habría estado en conversaciones con el Frente Chaqueño de “Coki”, pero finalmente las presentaciones ante el Tribunal Electoral demuestran que no se dieron los acuerdos.

Distinta es la historia del CER del intendente capitalino Martínez, que apuesta a ser una fuerza de gran consideración en la provincia y casi desde un primer momento optó por hacer su propio camino, recorriendo cada rincón del Chaco y llevando las propuestas de generar un proyecto similar al de la ciudad de Resistencia, donde según los dichos del propio jefe comunal, se “generaron proyectos y consensos nunca antes propuestos”.

En ese rompecabezas del armado “oficialista” provincial y capitalino, son muchos los precandidatos a intendentes que tendrán las fotos de Capitanich y Martínez encabezando las boletas, en busca de sumar ese respaldo que los lleve a unas generales que, sin dudas, serán para alquilar balcones.

Oposición con grieta

Si bien, las PASO son una instancia en las que muchas cuestiones se van a definir a través de la elección del vecino de la provincia, está claro que las relaciones entre los dos máximos referentes de Juntos por el Cambio no son las mejores. La “venia” o intervención de Ángel Rozas en el armado del espacio, volvió a generar resquemores entre los que aspiran a ser quien levante la bandera de la propuesta política.

Previo a la definición de la Justicia de restituir el proceso hacia las PASO, se hablaba de mesas de encuentro entre Juan Carlos Polini y Leandro Zdero, que acercaron posiciones y esperaban análisis de encuestas para definir en qué puesto iba a quedar cada uno, siendo precandidato a gobernador uno, y el otro acompañando en la fórmula como vice.

Esto quedó muy lejos tras conocerse que se realizarán las PASO, y las relaciones parecen haberse enfriado, a tal punto, de que el “Zorro” marcó su posición de no entrar en esa cuestión de unidad, dando a entender que podría provocarle una imagen negativa volver a alinearse detrás de las decisiones de quien se erige como el “jefe” del radicalismo provincial.

Las horas y los días corren, las alianzas ya están, los nombres empiezan a ver la luz, por lo que es cuestión de semanas que todos salgan a las calles “enfurecidamente” a buscar el voto de ese vecino de la provincia que todavía no sabe para qué lado intentar poner su cuota de confianza en que podría ser una solución a la crisis actual.