Las cartas ya están jugadas y el destino electoral del todo el peronismo chaqueño está en las manos de "Coqui"
Luego del polémico y hasta sorprendente cierre de listas de la semana pasada, quedó demostrado que la política chaqueña da para cualquier cosa. Todos daban por hecho que Jorge Capitanich iba a dar el tiro de gracia a sus rivales internos, pero en un acto de grandeza, terminó de sentenciar la historia y apoderándose de la militancia peronista. Y encima, a un muy bajo costo. Para resolver la trama, el intendente capitalino entregó tres lugares en el fondo de la lista de diputados provinciales y negoció con Gildo Insfrán la designación en la Embajada de Paraguay para Domingo Peppo. Además, en el medio, la jugada maestra de incluir a Elida Cuesta en el noveno lugar para evitar que el gustavismo haga la plancha el 13 de octubre y tenga que trabajar a sol y sombra para que la titular de la Legislatura asegure su continuidad en su banca.
De esta manera, sin obstáculos en el medio, no hizo falta ni siquiera amenazar a los intendentes justicialistas que se alinearon rápidamente al coquismo rompiendo todo tipo de promesas y acuerdos. El caso más notorio fue el plantón de la jefa comunal de Charata, María Luisa Chomiak, que luego de años le cortó el rostro a Gustavo Martínez y escapó de la Corriente de Expresión Renovada para rendirse a los pies de Capitanich. Doble traición la que recibió Gustavito, ya que la intendenta de la perla del sudoeste y el mismísimo gobernador lo dejaron a la deriva sin más remedio que someterse a la unidad partidaria forzada por el propio Coqui.
Sobre el cierre, surgió la posible locura de que el gustavismo juegue el próximo 13 de octubre con el ex vicegobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff, que buscaba traccionar los votos del CER en Resistencia para superar ese posible 5 por ciento que dictan las encuestas a su favor. Si este escenario se daba, Martínez prácticamente tenía que olvidarse de alcanzar la intendencia capitalina en noviembre, ya que la venganza y soberbia de Capitanich seguramente terminaría en una masacre en las urnas con la postulación de distintos nombres que debilitarían al ex titular de Sameep.
Si bien todavía no se trató en la mesa de negociaciones del peronismo el tema de las intendencias que se pondrán en juego en noviembre, a Gustavo Martínez no le queda otra que aceptar las reglas del juego impuestas y prender velas para que Capitanich no le ponga piedras en el camino para que logre un triunfo en Resistencia. Obviamente, de todas formas nada está asegurado y habrá que esperar hasta el último día para saber si se repite la traición que el presidente del Concejo capitalino ya sufrió en el 2011.
