Como si eso no alcanzara, y quizás desconociendo las formas propias de un hombre civilizado y de la política, el intendente Martínez redobló la apuesta y utilizó minutos de su discurso en pleno acto, destratando a los docentes, manifestando: “Porque tenemos que ser agradecidos, también les hablo a aquellos cinco o seis docentes que están aquí atrás, haciendo un mamarracho, son impresentables. Créanme que no representan a la docencia”.

Y como si esto fuera poco, sobre el cierre de su discurso, redobló el desafío con dichos hacia los trabajadores del sector docente “Entonces qué me vienen a hablar, o que quieren empañar una fiesta del pueblo. Acá no voy a permitir que vengan a empañar porque acá está el pueblo, y el pueblo está festejando”, mostrando así una clara intención de poner en relieve su condición de “dueño del pueblo”, algo que ya había dejado plasmado en las elecciones de autoridades de la Cooperativa “El Triunfo”, en sus enfrentamiento con trabajadores municipales que no son afines a su gestión, o con autoridades del Club Social, Cultura y Deportivo San Martín, institución deportiva que cuenta con el apoyo de su rival político en la localidad.

Lo cierto es que con los dichos del intendente, los docentes lograron hacer notar sus reclamos, ya que si Martínez no hubiese manifestado esto en pleno acto, la insignificante cantidad de trabajadores que se congregaron, quizás podrían haber pasado desapercibidos y los terminó transformando en las estrellas de la noche, mientras que una vez más Martínez se mostró exaltado y dejando una impresión de querer hacerse el dueño de la verdad.