En ese contexto, el que aprovechó la oportunidad es el diputado provincial Leandro Zdero, que presentó el Proyecto de Ley 1645/2020, que prohíbe las manifestaciones sociales, propone multas y la quita de planes a quienes corten las calles y/o rutas, y desde ese mismo momento mediatizó la situación para presionar el veloz tratamiento de la medida.

A la presión del momento de Zdero, se le sumaron declaraciones públicas de sus pares radicales Alejandro Aradas y Livio Gutiérrez, que se anotaron con más de lo mismo, quejándose de un modus operandi que también utilizan en sus campañas proselitistas. ¿Doble moral? Naaa.

Del otro lado, varios funcionarios recogieron el guante y salieron al cruce del “Zorro” para oponerse al proyecto. Sin embargo, en la última semana, los cortes se tiñeron de violencia, con un auto dañado propiedad de un matrimonio de jubilados en Resistencia, una agresión sufrida por un hombre en Castelli, entre los casos que se viralizaron.

Pero la imagen más preocupante, fue la de un “puntero” social gritando a viva voz en el microcentro de Resistencia a sus pares de la movilización, que “rompan las vidrieras” de los comercios de la zona. Hasta ese nivel se ha llegado en el libertinaje en la provincia, al punto tal de que las organizaciones sociales quieran hacerse escuchar a cualquier costo, inclusive, violentando propiedades privadas.

A todo esto, los interrogantes que se pueden plasmar son muchos: ¿Quién se perjudica con la pérdida de votantes en caso de combatir las manifestaciones sociales? ¿Los comerciantes del microcentro hasta cuándo aguantarán ser rehenes de esta situación? El tan mencionado protocolo para evitar los cortes de calles, previo a las elecciones legislativas de 2021 ¿quedó en intenciones o se usó con fines electorales?

Un proyecto de ley se presentó, la predisposición de tratarlo parece no haber, por lo que pueden ser papeles que queden en un cajón. Esto, va para largo.