Panorama Político Chaqueño
Fuerte sequía, pero apareció algo de lluvia

La oposición no hizo "uso racional" y le tiró con todo por el agua al oficialismo

Lo que es desgracia para la gente con sequía o fuertes tormentas, les sirve a los políticos que buscan apuntarse con lo que haya para intentar robar algún voto. (Dibujo: NOVA)

La política provincial en los últimos años utilizó una modalidad de siempre salir a la luz cuando las papas queman o acontecen hechos de relevancia, que obviamente se utilizan para disparar con munición gruesa al bando contrario.

Ya sucedió en la campaña anterior que, a la falta de ideas y propuestas, meses antes se usó la cuestión de las manifestaciones sociales para pegar bajo o para llevar adelante acciones que permitan sumar votos.

En este inicio de 2023, obviamente lo que alarma y tiene en vilo a todos es la sequía, la falta de agua potable en muchos pueblos y la “turbiedad” que sufren algunas localidades del interior.

Esta semana, la presencia de precipitaciones pudo aplacar un poco la necesidad, pero nada alcanza luego de tres años donde no caen lluvias en caudales que puedan favorecer la producción en un buen rinde.

La turbiedad sirvió para que muchos integrantes de la oposición tomen protagonismo, tales casos como Jaime Parra Moreno del Frente Integrador, referentes de la Unión Cívica Radical que sólo ven la luz en momentos como los que se transitan ahora (el diputado Livio Gutiérrez) u otros que quieren algo más de protagonismo ante la escasa posibilidad de generar propuestas (la diputada Silvina Canteros Reiser). Parece que para el resto es una cuestión que puede esperar hasta después de sus vacaciones.

Todo esto en un contexto donde se reunió la Mesa de Enlace de la provincia, que está comprendida por la Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y la Sociedad Rural, junto a integrantes del Gobierno de la provincia, donde se buscó ultimar detalles de lo que será el plan de trabajo que se llevaría adelante en el inicio del cuarto año de emergencia hídrica, ígnea y productiva.

Lo que sucede es que la provincia sufre un déficit hídrico de aproximadamente 1.000 milímetros acumulado en los últimos tres años, es decir un 35 por ciento menos de lluvias respecto al régimen promedio. “Se agotan los caudales, se agota la garantía de provisión de agua y hay que atender esta emergencia, por lo que estamos trabajando sin descanso para resolver los problemas de nuestro pueblo”, aseguró el gobernador Jorge Capitanich.

Pero ahí es donde apareció la lluvia, con una tormenta de tierra en muchos lugares, y no en un milimetraje que salve la cuestión, pero que viene a ser un pequeño alivio en medio de un terreno que ya se inclina más por ser un desierto a una tierra potable para la producción.

Y fue allí donde algunos integrantes de la oposición (algunos oficialistas provinciales que apuntan a sus intendentes) también vieron una grieta para mandarse y sumar “minutos de fama” ante la escasez de posibilidades de aparecer producto del receso veraniego.

Algunos achacan a las diferentes comunas la falta de previsión ante una situación como la que se vivió entre jueves y viernes, donde fueron frecuentes la caída de árboles, voladuras de techos y cortes de energía producto del fuerte viento.

Al parecer, no hay clima que le venga bien para trabajar o, en realidad, todos les vienen bien para intentar ser protagonistas y mostrarse cerca de la gente que luego olvidan durante dos años completos, hasta que nuevamente se comienza con el proceso de campaña electoral.

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