Panorama Político Chaqueño
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¿La casa está en orden? mientras el oficialismo vive una etapa de eucaristía, el radicalismo se prepara para la guerra

Gustavo Martínez y Coki Capitanich disfrutan de una relación amena, pero la cuestión electoral los podría alejar de un día para el otro. (Dibujo: NOVA)

Nada podía hacer presumir que antes que finalice el primer semestre ya se estaría hablando de precandidaturas para el 2023. El gran revuelo político reinante a nivel nacional, con índices inflacionarios que ponen en jaque a la actual administración kirchnerista, generó cierta ansiedad en las distintas fuerzas políticas que ya comenzaron a instalar que las elecciones generales del año que viene se podrían adelantar a marzo o abril.

Sin dudas, esto derivó a que en el Chaco también se comenzará a abordar la cuestión electoral y ya aparecieron los primeros indicios de quienes tendrían aspiraciones de luchar por una candidatura provincial.

Lo que sí, todo está supeditado a las jugadas que lleve adelante el Gobierno nacional, en donde ya es de público conocimiento que sí se baraja la posibilidad de adelantar los comicios para evitar un posible colapso institucional por culpa del caos financiero provocado por las malas decisiones administrativas del albertismo.

Si bien en el territorio provincial el oficialismo no tiene bien marcadas, por ahora, una diferencia entre el kirchnerismo y los leales a la Casa Rosada, fue el propio Jorge Capitanich el que ya hace mucho tiempo instaló en los medios que se siente muy motivado para luchar por una precandidatura nacional, siempre buscando el apoyo de los gobernadores peronistas que todavía no marcan una postura firme.

Esto, lógicamente, provocó un revuelo entre sus aliados locales que ven con buenos ojos sacar del medio al gobernador chaqueño del escenario electoral provincial, para proponer alternativas de cara al 2023.

Teniendo en cuenta la posibilidad cierta que Coki, utilizando el posible adelantamiento electoral nacional se la juegue por una candidatura testimonial, desde otros sectores del peronismo analizan la posibilidad de tener disponible una alternativa para ambos escenarios.

Para el Gustavismo, encabezado por el actual intendente de Resistencia, esa alternativa podría ser la presidenta del Poder Legislativo Elida Cuesta, que calzaría bien tanto para precandidata a vicegobernador, como así también como a gobernadora si la situación lo requiere.

Más que nada, teniendo en cuenta que Gustavo Martínez ya tendría definido, por ahora, seguir con la idea de retener la intendencia capitalina, algo que hoy por hoy se constituye en una verdadera odisea.

¿Qué otro precandidato tiene hoy el oficialismo provincial? Ninguno. Por lo que, si bien hoy es prematuro hablar del tema, existe la gran posibilidad de que el proceso electoral se adelante a finales de este año con la campaña proselitista para una hipotética PASO en marzo.

La oposición comienza a calentar motores

En el radicalismo chaqueño el único número puesto para una candidatura era Leandro Zdero, que tiene entre ceja y ceja la intendencia de Resistencia. Sin él en el medio, fue el propio caudillo Ángel Rozas el que instaló en las últimas horas las intenciones de Convergencia Social para que la precandidatura a la gobernación se dirima entre Carim Peche, Juan Carlos Polini y Víctor Zimmerman.

Si bien ninguno de los protagonistas todavía dio indicios ni salió a ponerse el saco de precandidato, existe la gran posibilidad de que las declaraciones del ex mandatario chaqueño no sean más que un globo de ensayo y una estrategia para lograr protagonismo.

Todavía falta mucho, pero podría no ser tanto si se aceleran los tiempos preelectorales por culpa de la emergencia financiera en la que se encuentra el país. Tal es así, que tampoco se podría asegurar que no se inicie un caos institucional que precipite la partida de un Alberto Fernández que literalmente está entre las cuerdas.

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