Política
Desubicada como inodoro en comedor

La Primera Dama visitó, vestida de fiesta, una zona rural de Charata donde no hay agua potable

La Primera Dama, Fabiola Yáñez, vestida para una fiesta de gala, pero pisando suelo chaqueño para conocer una zona donde no tienen ni agua potable.

La Primera Dama de Argentina, Fabiola Yáñez, visitó la provincia del Chaco, más precisamente la localidad Charata, para luego trasladarse a la zona rural, en Pampa Cejas, para recorrer en persona y visitar a una comunidad que la invitó para dar a conocer el proyecto de una planta potabilizadora de agua.

La esposa del Presidente Alberto Fernández pisó suelo chaqueño alrededor de las dos de la tarde de este jueves, e impactó su aparición en el aeroclub de Charata, no por su visita, ya que estaba programada, sino por el atuendo particular que vestía, producto de que la Primera Dama iba a visitar una comunidad sin agua potable, y vestía de gala como para una fiesta “paqueta” a las que debe estar acostumbrada en Puerto Madero. ¡¡¡Desubicada como inodoro en comedor!!!

Obviamente, luego de bajar del helicóptero privado, se montó a una camioneta Toyota cero kilómetro, escoltada por una idéntica, propia de un operativo de seguridad de alto rango, reforzado con la Policía del Chaco y la Policía Federal.

Yáñez fue recibida por la intendenta de Charata, María Luisa Chomiak, la vicegobernadora Analía Rach Quiroga, la presidenta del Concejo, Alejandro Campos y la directora de la EES 129 Nancy Chaparro, quienes quedaron en ridículo, ya que vestían como para una riña de gallos ante la desubicada elegancia de la Primera Dama.

La agenda incluyó una reunión en el Municipio y luego se trasladaron a Pampa Cejas, donde esperaban alumnos e integrantes de la comunidad. Allí, dieron a conocer el proyecto de la planta potabilizadora, que será financiado por la fundación que preside Yáñez.

Como no podía ser de otra manera, por la soberbia que caracteriza a la Primera Dama, no se dirigió a la prensa, esbozando un inútil “yo hablo con obras”. Lo que sí, como cada funcionario público que regó el virus por el interior provincial, la primera dama aprovechó a hacer de las suyas y se acercó a algunas de las personas presentes para saludar.

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