La negativa de la UPCP como de otros sindicatos estatales dejan bien en claro que el posible arreglo del próximo lunes, 22 de marzo, con el Frente Gremial Docente será el punto de partida para ponerse a negociar con el ministro Santiago Pérez Pons, el hombre designado por el gobernador Jorge Capitanich, o mejor dicho por el mismísimo ministro nacional Martín Guzmán, para manejar la caja y el futuro económico de la Provincia.

Desde el comienzo de las duras negociaciones, el Ejecutivo provincial ofreció a los docentes tres ofertas, la primera que fue desestimada inmediatamente fue un aumento del 10 por ciento al valor de punto; la segunda oferta elevó el porcentaje al 12 por ciento con la suma adicional de 2.000 pesos fijos y 500 pesos para transporte, que también fue rechazada; y la tercera y última fue con un porcentaje del 15 por ciento para el mes de marzo con un piso anual del 34,6 por ciento y la aplicación de la cláusula gatillo, algo que Jorge Capitanich ya le había prometido a inicios del 2020 y que por crisis la generada por la pandemia quedó en la nada.

Todo indica que el próximo lunes, luego de posponer la reunión por compromisos con el presidente Alberto Fernández, el gobernador y Pérez Pons presentarían una oferta superadora que podría destrabar el conflicto y apaciguar las aguas con el sector docente.

No ocurría lo mismo con otros sindicatos estatales que buscarán obtener ofertas similares y que seguramente provocarán otros frentes de conflicto que tendrán que ser resueltos. UPCP está dispuesto a luchar por una oferta similar para luego continuar con las negociaciones en junio y septiembre.

Coqui utilizará nuevamente su buena muñeca política para poder convencer a docentes y así traer la tranquilidad que necesita la Provincia en un año electoral y que todavía no deja de ser peligroso por la posible segunda ola de contagios de Covid-19 que se espera para el invierno.

Lógicamente el plato fuerte quedará para el segundo semestre, justo cuando los chaqueños tendrán que volver a las urnas para elegir nuevos legisladores provinciales y nacionales.

Unidad partidaria frágil como el cristal

Luego de que se cerrara el acuerdo entre el “coquismo” y el “gustavismo” para lograr la unidad en la conducción del Partido Justicialista en el Chaco, desde el amotinado sector que rodea al saliente presidente del Consejo Provincial y ex gobernador Domingo Peppo amenazaron con convocar a elecciones internas en los distritos provinciales en los que no se había llegado a un acuerdo.

Tras ser borrado de los principales lugares de la lista, el peppismo quiso meter manotazos de ahogado y presionar para que se realicen las internas partidarias a pesar del marco de pandemia en el que se encuentra el Chaco y el país.

Tras la intervención del propio Capitanich, el pasado lunes se llevó adelante una reunión del Consejo Provincial del PJ en donde se resolvió suspender definitivamente la posibilidad de ir a las urnas durante este primer semestre del 2021.

Con un quórum de 29 consejeros, se puso a consideración la propuesta para suspender las elecciones de las juntas locales nombradas y prorrogar mandatos hasta el último domingo de septiembre, fecha en que sí esperan realizar los sufragios.

Esto fue votado por una amplia mayoría, con excepción de Peppo, que se abstuvo por ser el presidente, y de María Elina Serrano, que votó en contra ya que ambos manifestaron públicamente su postura de que las elecciones debían efectuarse.

De esta manera se logró enfriar una situación que se podría haber tornado preocupante, ya que una de las juntas locales que tendrían que haber ido a internas hubiera sido la de Presidencia Roque Sáenz Peña, donde las derrotas electorales y escándalos vienen perjudicando al peronismo chaqueño desde hace décadas y en donde ya se avizoraban cinco listas para ir por la disputa de la conducción del justicialismo termal con el peligro de destruir esta unidad partidaria a nivel provincial, tan frágil como el cristal.