Euge Landriel es de Charata. Vivió algún tiempo en Corrientes y, desde hace algunos años, reside en Resistencia. Trabaja como psicopedagoga, es lectora y poeta. Dueña de una voz propia única. Ella hace tiempo trabaja con infancias en la librería El Árbol Amarillo.

El viernes realizó un taller de poesía y collage para las infancias desde 5 años, El mundo que llevo dentro. "Esta actividad, el taller, sigue los tres lineamientos de la fiesta, la voz propia, lo artesanal y lo afectivo. La propuesta es crear a través de lo creado. Jugamos con las palabras. Una invitación que se extiende para las infancias y a toda la familia que se sume".

Desde su experiencia y de lo que ha trabajado con las infancias comentó que las propuestas para jugar con palabras son sutiles. "Las infancias hablan y tienen necesidad de hablar. Además, con esta propuesta se pone en funcionamiento lo cognitivo del niño. Se comunica con otros niños, está por un tiempo fuera del entorno digital, entre otros beneficios", destacó.

Aquí la propuesta y el trabajo está pensado desde lo profesional. Euge reflexionó que hoy estamos los adultos con muchos trabajos para cubrir necesidades básicas.

El tiempo se hace chico o nulo para jugar o respirar otros aires. Por ello abrió e invitó a este taller para que asista toda la familia, "el Cecual y El Árbol Amarillo es lo que amo, ellos crean espacios para que podamos jugar y crear. Necesitamos fiestas como esta en estos tiempos", subrayó.

Además, resaltó: "Desde que recuerdo tengo presente mis ganas de leer y escribir. A esta vivencia le sumo que siempre sentí que no era la única, que había otras personas que también hacían lo mismo. Cuando me fui a vivir a Corrientes eso se empezó a materializar de algún modo. Empecé hacer amigos y amigas lectoras", comentó.

A lo que agregó: "Me gusta hablar del deseo, aprendí desde estudiante la dinámica del deseo, no solo desde el inconsciente, sino el deseo desde lo funcional. Siento que cuando aparece la palabra poeta o aparece mi poesía o puedo participar como poeta hay un reconocimiento a algo que se vino gestando hace tiempo. La poesía no es solo una forma de leer la vida, sino que me dio palabras, herramientas para armar mi propio vocabulario”.

"Me considero una lectora que escribe"

Landriel acaba de editar un libro: "Vivo pendiente de ser devorada por el sello Literatura Tropical".

"Las personas que están al frente de este sello son personas que saben lo que hacen y disfrutan lo que hacen. Tengo la mayoría de sus libros de poesía. Sostener un proyecto desde hace tantos años y promover la lectura es algo importante en estos tiempos. Me gusta formar parte de un proyecto que va más allá de la editorial de escoger y editar a determinados autores y autoras", dijo.

"Los y las que escribimos hacemos un acto donde devolvemos a la máquina lo que nos combustiona. Seguir escribiendo implica eso, que se genere un libro y que se genere la posibilidad de acceder a la lectura. Hay que creerle a la gente que dice ´con vos empecé a leer´. Siempre estoy escribiendo. Soy más de leer que de escribir. Me considero una lectora que escribe", afirmó Euge.

Ante la pregunta inevitable de qué es la poesía, deslizó: "La poesía es una forma de escribir y toca fibras íntimas. Es una vía para hablar de lo que nos sucede, de cosas íntimas donde podemos nombrar, ponerle palabras. La poesía es un enriquecimiento y un interjuego con la palabra, muy valioso para estos tiempos".

En su vasta experiencia, las charlas con Euge subrayan que escuchar, mirar, estar atento a las verbalizaciones y a los vínculos de los niños y las niñas es importante.

“Muchas veces hablamos de acoso, de una relación de poder porque hablamos de una persona o de un grupo de personas que ejercen mayor poder hacia otros o hacia una persona en particular, un niño o niña adolescente”, exclamó.

“Muchas veces no sabemos si el hostigamiento o el acoso se generan o es resultante de otro tipo de violencia o acoso”. Euge advierte que "por lo general llegamos a la visualización del acoso cuando la situación está detonada. Porque muchas veces no activamos las herramientas que sí tenemos para sentar posiciones o tomar ciertas lecturas de lo que antes se genera o se va dando".

"Somos vínculos primero y después aprendizaje. Tenemos que preguntarnos qué estamos haciendo como sociedad y como comunidad educativa para y por ellos y ellas. Los niños son sujetos en construcción. Ahora bien, hay que saber que nunca es tarde. Nunca es tarde. Siempre hay tiempo para intervenir y para corregir, retomar estas cosas. Hay que recordar además que un niño acosado dentro del aula no va a aprender lo que vos le querés enseñar. No va a aprender porque en ese momento está tratando de sobrevivir a la situación que vive todos los días".