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Un vil diputado se prendió

Era instructora del COE y por ser mujer ejercieron violencia impune en las redes hasta dejarla sin trabajo

Ella estaba desempeñándose como instructora del grupo COE cuando sufre el primer "escrache" en redes sociales a través de la cuenta del usuario René Fleita Safur.
El machirulo Alejandro Aradas se prende en los escraches y sin saber se encargó de replicar en las redes con las difamaciones y con acusaciones personales.
Gabriela Hojberg sintió el rigor del machismo en el cuerpo de Policía de la provincia. En febrero de 2019 fue cuando comenzó su pesadilla.
No la calificaron por su trabajo, sino por ser mujer.
A pesar de demostrar que era buena en lo que hacía, no le dieron la mano.
Cuando Gabriela hacía de instructora dentro su trabajo era reconocido.
Gabriela Hojberg, madre de cuatro hijos, hoy trabaja por su cuenta.
Denuncia que Gabriela hizo pero que las instituciones no estuvieron a la altura de las circunstancias y ella perdió su trabajo.

La odisea de sentir el rigor de ser mujer en un ambiente indiscutiblemente masculinizado como la fuerza policial no solo de la provincia del Chaco si no en general. En el caso de Gabriela Hojberg fue en el cuerpo de Policía de la provincia en febrero de 2019 cuando comienza esta pesadilla.

Ella estaba desempeñándose como instructora del grupo COE cuando sufre el primer "escrache" en redes sociales a través de la cuenta del usuario René Fleita Safur y páginas web del diario policial donde aducían que cobraba un monto exorbitante de dinero por 30 horas de trabajo semanal.

“Atacaron mi condición de mujer y así me adjudicaron ´romances´ con autoridades vigentes en ese momento”, dijo Hojberg cuyo jefe en ese momento era Ariel Acuña, hoy la máxima cabeza de la Policía del Chaco.

“Me acusaron de no estar capacitada para el puesto que se me había asignado. Hubo réplicas de eso en grupos de Whatsapp de agentes de la fuerza donde fui ridiculizada, devaluada en mi capacidad profesional y cuestionaron mi moral como mujer”, agregó.

La instructora radicó las denuncias pertinentes, también pasó, aconsejada por Acuña, citando en ella nombres de usuario de redes sociales, IP y URL de páginas donde estaban las publicaciones mencionadas. Esas denuncias no prosperaron quedando este acto tan vil impune.

Unos meses después, en agosto de 2019, sucede exactamente lo mismo: escraches en las mismas plataformas y un tenor difamatorio muy cruel. Esta vez hasta un legislador radical se mete en esta violencia de género sin tener en cuenta que era una mujer, una madre y que haría con sus difamaciones que ella pierda su trabajo.

Hipocresía: primero le prometieron apoyo, y al día siguiente le dieron de baja

Hojberg el 7 de agosto 2019 cuando se desempeñaba en la división perito criminalística a cargo del polígono de tiro y teniendo como jefe inmediato a Irma Insaurralde y al jefe de la Policía Fernando Romero se comunica con ellos para hacerles saber la situación.

En esa ocasión, Romero le comunica que le haría saber al ministro de Seguridad Daniel Chorvat y al gobernador Domingo Peppo. Chorvat al día siguiente, el 8 de agosto al mediodía recibe a Hojberg en su despacho y ella desplegó todas las explicaciones, aclaraciones y denuncias de estos actos difamatorios y violentos que venía sufriendo su persona y su propiedad dado que cuando ella estaba aún de instructora en COE sufrió tres intentos de asalto en su propiedad.

Tengamos en cuenta que Hojberg es madre soltera de 4 menores de edad y el único sustento del hogar, con su hijo mayor cursando una dolorosa y costosa enfermedad, razón por la cual también necesitaba esta fuente de ingresos, pues a través de la obra social Insssep su hijo fue atendido de sus dolencias que son crónicas.

En presencia de Hojberg, Chorvat toma contacto telefónico con el gobernador Peppo quien le transmitió a Hojberg que planteo la violencia institucional ejercida hacia ella desde hacía varios meses atrás pese a su desempeño intachable en las fuerzas. Ella estaba preocupada porque la enfermedad de su hijo que lo tenía padeciente en una internación de terapia intensiva y el sustento que esta fuente de trabajo le representaba era vital. En ese sentido, Peppo le transmitió “tranquilidad” y le indicó que ella continuaría en su puesto de trabajo y Chorvat incluso le había dicho a Hojberg que pasaría a planta en diciembre 2019 ya que sus servicios y desempeño eran formidables.

La misma tarde de ese día su jefa –Insaurralde- la llama y le indica que “urge” que se presente en las oficinas de Criminalística -situadas en la calle Arturo Illia, arriba de la Comisaría Primera Metropolitana-, donde Hojberg acude y es notificada de su baja, debido a una rescisión de contrato por "refuncionalidad de personal". Solo ese motivo le dieron, ninguno que pertenezca a una queja o incumplimiento de su desempeño.

La noticia fue un terrible shock para Gabriela Hojberg que en pocos meses soportó escraches, destratos, violencia institucional, hechos de inseguridad contra su negocio y su domicilio familiar. Luego de esto, los hijos de Hojberg acusaron impacto emocional, no querían ir al colegio pues les decían barbaridades acerca de su madre, eso empeoró la fragilidad de ella pero se puso a todos al hombro y salió a flote.

Es de destacar que el ingreso de Gabriela Hojberg a la fuerza no fue "dedocracia" ni "casting sábanas" como hasta el mismo diputado radical Alejandro Aradas se encargó de replicar en las redes con las difamaciones exponiendo su punto de vista personal, evidenciando así más aval de la violencia institucional que esta mujer y madre padeció más una condena social infundada.

Al día de hoy Gabriela sigue adelante con sus capacitaciones y prestando asistencia anónima, como lo hizo por años a quienes más lo necesitan, transitando con sus hijos un camino difícil y doloroso como es una enfermedad crónica de su hijo mayor y a cargo de su negocio que es el sustento único de esta familia de 5 integrantes.

Hojberg sufrió violencia de género y laboral y nadie la apoyó. Sin embargo ella, como siempre lo hizo colabora a través de los años, incluso cuando aún en la provincia no estaba legislado lo inherente a violencia de género. Ella siempre ofreció apoyo, ayuda y contención a las mujeres y sus hijos víctimas de tratos abusivos; y cuando le tocó pasar por eso no bajó los brazos. Es así que al día de hoy continúa con esta labor de manera anónima y acompañada por sus hijos que aprenden de esta mamá el valor de la solidaridad, la empatía y la asistencia emocional. Ella, Gabriela, a pesar de todo y a pesar de muchos, sanó y es hoy una referente de superación personal y profesional.

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