Si bien el blindaje mediático que tienen los candidatos del oficialismo es muy amplio, también queda claro que los postulantes de la oposición llevan adelante una campaña proselitista súper austera en la que evidentemente no tienen pensado destinar fondos para conseguir espacios en los principales medios periodísticos de la provincia.

Todas las encuestas y sondeos dejan bien en claro que el actual intendente capitalino es el que más chances tiene de llegar a la gobernación a partir del 10 de diciembre y esto seguramente provoca que Peche y compañía no quieran tirar plata a la basura con inversiones en la parte comunicacional.

Realmente esto es una lástima, porque el ex jefe comunal de Presidencia Roque Sáenz Peña, con un gran carisma, realmente cuenta con un perfil y vasta experiencia ejecutivo tras su excelente gestión en la ciudad termal. Sin olvidar su extensa carrera como legislador provincial, donde supo lograr los consensos necesarios para conseguir buenos acuerdos en épocas difíciles del radicalismo, algo que, sin dudas, sería de gran utilidad en caso de llegar a la Casa de Gobierno en esta etapa complicada de la economía provincial.

Es por todo esto que en sus últimas apariciones públicas se lo notó decaído y como sin ganas a la hora de ir a buscar el acompañamiento del electorado que, para colmo, no tiene un amplio conocimiento sobre él. Y en esto, también tomó una decisión equivocada al pedir una correcta licencia en la Cámara de Diputados del Chaco que, si bien parece ser correcta, le quitó exposición pública y presencia mediática como jefe de la bancada opositora.

Temas candentes se trataron en las últimas semanas en el recinto de sesiones de Brown 520 y Peche no estuvo presente para alzar su vozarrón en busca de ese protagonismo genuino que logró conseguir gracias a su temperamento y pasión hacia la política.

Sigue la incógnita en Resistencia

Cambiando de tema, todavía sigue siendo una incógnita lo que sucederá en Resistencia con las distintas candidaturas de cara al 10 de noviembre. A pocas horas del cierre de presentación de candidatos y con un Jorge Capitanich borrado de la faz de la tierra, muchos comienzan a especular sobre un posible acuerdo con Gustavo Martínez. Sobre todo, teniendo en cuenta el faltazo que pegó el montenegrino a la reunión ampliada que los delfines coquistas realizaron en el club Don Bosco días atrás.

Todo indicaba que en este encuentro el jefe comunal capitalino proclamaría a su sucesor en los días previos al cierre, algo que no sucedió ya que, con la excusa perfecta de una situación familiar, Capitanich permaneció en Presidencia Roque Sáenz Peña. De esta manera Diego Arévalo, Fabricio Bolatti y Juan Manuel Chapo quedaron a la espera del jefe político, que ni siquiera brindó declaraciones mediáticas con respecto a quién será el elegido para sucederlo en Resistencia.

Rápidamente desde el gustavismo se ilusionaron con un posible arreglo entre los caudillos peronistas, ya que el panorama se ve complicado si el justicialismo decide ir divido a los comicios de noviembre. A pesar de que se reflotaron las causas judiciales en su contra, Leandro Zdero se encuentra ante la oportunidad de su vida para llegar a la intendencia de Resistencia y convertirse en un peso pesado de la oposición; algo que, si bien no lo tiene merecido, realmente le caerá del cielo por culpa de la dirigencia peronista que no supo limar las asperezas internas.

Esto es lo que lleva a pensar que Capitanich y Martínez evalúan cerrar un acuerdo de última hora para evitar perder el control de la capital chaqueña y poder continuar con la excelente e histórica gestión que el ex gobernador lleva adelante en Resistencia desde fines del 2015.