Judiciales y Policiales
Su vida pende de un hilo

El calvario de Santi, culpa del monstruoso ser de Omar "Japo" Verón

Santi pasó todos estos años de cirugía en cirugía para devolverle algo de funcionalidad, su vida ahora pende de un hilo y piden oración para acompañarlo en otro trance difícil.

En 2014, Omar “el Japo” Verón abusó sexualmente de Santi, un amiguito de su hijo que había ido a pasar una tarde de juegos. Pero no le bastó a este monstruo con el abuso terrible que cometió, que dejaron lesiones más que severas de por vida en ese cuerpecito, ya que Santi quedó postrado e incapacitado, sino que además lo amenazó que, si contaba algo, "lo iba a matar".

Sucedió que Santi se calló del terror que tenía, no les contó a sus padres lo que había padecido, habiendo vivido lo peor, el horror del abuso. A los pocos días, su cuerpo no resistió más y su madre lo llevó a varias consultas hasta que en el Servicio de Emergencias Médicas, un doctor lo examinó y notó que algo muy grave sucedía, por lo que lo llevaron a quirófano y se encontraron con “el horror".

Este monstruo, pues otra calificación no le vale, después de haber perpetrado el abuso se dio a la fuga. Luego, fue capturado el 4 de octubre de 2018, entregado a las autoridades, enjuiciado y condenado por la Cámara Primera en lo Criminal de Resistencia con un veredicto contundente a cargo de la camarista Dra. Hilda Cáceres de Pascullo, la Dra. Glenda Vidarte y la Dra. María Virginia Ise, condenándolo a 38 años de prisión como "autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño a la salud física y psíquica del sujeto pasivo y con la participación de un menor de edad". Esto último por que no fue suficiente para este monstruoso ser degradar y maltratar tanto a Santi, también sádicamente hizo que su hijo observara toda la escena.

La sociedad chaqueña no se olvida de este caso, el año pasado a Santi debieron externarlo con todos los cuidados desde su integridad física hasta la psíquica, pues tenía miedo de "salir a la calle", a causa de la escalada de casos del Covid-19 que irrumpió en el mundo, y la caradurez de Verón de pedir prisión domiciliaria, que le fue denegada lógicamente.

Al día de hoy, Santi fue trasladado de urgencia a Buenos Aires, ya que, a casi un año de su externación, su cuadro se agravó de tal manera que los médicos del Hospital Pediátrico “Avelino Castelán” de Resistencia, advirtieron a sus padres que el corazón del niño en cualquier momento se rendía, su cuadro de neumonía y el virus que tiene en sangre no le están dando tregua a este pobre niño estigmatizado en todos los aspectos por el abuso brutal al que fue sometido por Verón.

Mientras todo esto transcurre, los padres de Santi no se mueven de su lado y piden oraciones para que la vida de su niño no se extinga. El niño pasó todos estos años de cirugía en cirugía para devolverle algo de funcionalidad, postrado en una habitación de Hospital en vez de estar estudiando y transcurriendo su vida entre amigos, sol, y juegos, como debería ser, si este monstruoso ser no hubiera destrozado su vida. La cual ahora pende de un hilo y piden oración para acompañarlo en otro trance difícil.

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