Política
Nada más que un depredador

Diputado radical "justiciero": como cuando se cae una careta se ve más de una falencia

De a poco se le caer la careta al diputado mediático. Aída le dio de comer, el la desechó y se acobijó debajo de Ángel Rozas.

El profesor Alejandro Aradas "el justiciero" comenzó la farsa de "defensor de los villanos de turno" en 2011 cuando estuvo a cargo de la Secretaría de Políticas Barriales. Ahí arrancó a perfilarse como un luchador con convicciones por y para el pueblo pero… Con el tiempo demostró que no es tan así. Es un profesor con un buen pasar, no cobra un magro sueldo como los verdaderos educadores. Él y su familia "viven" y subsisten del Estado.

En 2015 saltó a Desarrollo Social de Nación, ¿cómo? Pues, muy claro, Aradas era el niñito mimado del caudillo Ángel Rozas. Ya con un pie en Nación y la proyección que eso le significaba dejó atrás los romances por conveniencia que tuvo con Aída Ayala y la exfuncionaria de ésta Olga Saporitti a quienes utilizó para impulsarse y ahora que había llegado a Nación podría disponer a discreción de viáticos pudiendo manejar todo: mercaderías, que acopiaba para la venta; maniobra tramposa que hasta el día de hoy subsiste, para beneficio propio lógicamente. Aradas se fue adueñado de negociados, todo muy honorable, por eso será que en 2016 cuando asumió en febrero junto a Bruno Cipolini -rodeados de la cúpula de la UCR- como Delegados Coordinadores en la lucha contra el hambre en el territorio chaqueño. Lógicamente los señores de la UCR contentos de tener sangre joven y combativa, pero en el caso de Aradas se equivocaron. Si hay algo que se debe reconocer del ahora diputado provincial es el sentido de la oportunidad, para su provecho por supuesto como lo fue demostrando la línea que trazó en política.

Prometió tener las "puertas abiertas siempre de sus oficinas”, una farsa, bien soberbio deriva todo en su asesor, cuanto desdén para el pueblo que lo votó.

Las carteras de Obras Públicas a cargo de Néstor Dellamea y la de Turismo a cargo de Leandro Zdero (año 2004) fueron blancos también de la depredación del justiciero secundado por el sobrino de Hugo Maldonado donde negociaban, a su favor obviamente y mediante aprietes, viáticos y mercaderías para comerciar, la especialidad hasta el día de hoy del “justiciero Aradas”.

Alejandro Aradas tiene propiedades, no a su nombre, sino con testaferros como es su costumbre como cuando se inició con aquel ciber que también estaba testado.

Su suegro y su esposa “están muy acomodados” y gozan de jugosos sueldos que pagan los contribuyentes, aquellos que en su mayoría creen que Aradas es realmente un defensor del pueblo y su padecer. Mientras, su suegra tiene los galpones atestados de mercadería para la venta, y después escracha a la dirigente aborigen Vanesa López por hacer lo mismo que él viene haciendo hace años. ¡Cáspitas!

El profesor Alejandro Gabriel Aradas siempre a fuerza de “aprietes”, métodos no muy católicos ni legales logró la comodidad de subsistir de un sueldo del Estado, él y sus familiares, pero es tan angurriento que va por más. ¿Cuál será el próximo paso del diputado Aradas? Tengan en cuenta que todo lo que monta es un show en las redes sociales, conoce bien el manejo porque él mismo los hace, y muchas veces sólo cuenta todo y cada una de las reacciones que producen las publicaciones. No gestiona, está en la rede para preparar su próximo show y estar “vigente” pagando a los medios “amigos” para que lo promocionen.

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