La Provincia
¿Qué alianzas tejen?

Dios los cría, y ellos se juntan: dos viejos "zorros" celebraron en la previa del Día del Padre

Sena y Sampayo se "juntaron" para celebrar el Día del Padre, lo cierto es que no es la primera vez que es invitado a ser parte de esa comunidad "socialista-comunista" que "cautiva" a un buen número de familias.
En la celebración también se lo ve al hermano, "no tan top" de Celeste Segovia. El cantante lleva otro estilo vida a diferencia de su hermana, sólo los une "la sangre" de Zitto.
Marcela, la "compañera" de Sena entrega los premios. Más en la esquina, "el heredero". Es que cuando ya no tengan capacidad, el matrimonio dejará "el mando" a César que sigue sus pasos.

“¡Peña en conmemoración del Día del Padre!”, celebra el viejo zorro piquetero Emerenciano Sena, que está en otro nivel de los caudillos “de la gente” y que se juntó con otro zorro para festejar un momento tan caro a los sentimientos de los argentinos como homenajear a papá. Estamos hablando de nada más ni menos que del dirigente gremialista municipal Jacinto Sampayo. No es la primera vez que estos dos se muestran juntos, y su amistad “crece” como también sus “alianzas”.

“Hacemos hincapié en el amor y el respeto a los padres en esta fecha; como también lo hacemos en el Día de la Madre, profesamos el respeto a la familia, a la mujer, a los niños, al niño por nacer”, postea Sena en sus redes y acompaña fotos en las que aparece también Lucas Segovia, el hermano no tan top de la expolítica Celeste Segovia, y cuñado de José Mongeló. No tan top, porque Lucas es parte de la comunidad de Sena, que con trabajo va cosechando sus propios logros, junto a uno de su hijos y con impronta propia a pesar de llevar por sus venas sangre del entrañable Zitto Segovia, quizá heredó de su padre, además de la música, esa humildad.

Pero, siguiendo con los protagonistas de esta nota debemos señalar que Sena y Sampayo “comparten escenarios” desde hace rato. El primero cosechó “comunidad propia” dentro de Resistencia (tiene barrio, Iglesia, escuela, centro de salud, entre otros servicios dentro su extensa barriada en avenida San Martín 3300, con sus propios códigos y reglas, profesando no solo la “defensa de las dos vidas” sino también el “comunismo” en una Escuela de Gestión Social que muchas veces fue noticia nacional por las banderas que enarbola). El segundo, es un viejo zorro que parece estar “acabado”, ya sin tanto peso ni protagonismo dentro de la familia municipal, privilegios que fue perdiendo ya sea por sus causas judiciales por “corrupción” (asociación ilícita de la mano de la exintendenta Aída Ayala donde aparece PIM, empresa privada creada cuando eran reyes de la basura y que en la actualidad sigue intervenida -y que se dilata en la Justicia Federal-, entre otras, porque también sufrió avatares dentro del propio sindicato por “ciertos manejos”) y/o personales en el que hay víctimas fatales (choques con su camioneta de alta gama por su forma de manejar, y su estado).

Al margen de sus “complicadas” vidas los dos se juntan para comer, brindar, escuchar música folclórica y charlar. Sólo ellos y sus íntimos saben bien sus tópicos “esenciales”, más allá de los que hace conocer a sus comunidades. Estos dos son viejos “zorros”, que pierden los pelos, pero no las mañanas. ¡Atentos! Seguramente algo se traen entre las mangas.

Lectores: 2014

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