Judiciales y Policiales
El nene también fue abusado

Cuando conmociona el caso de Lucio, en Chaco una abuela cuenta su incansable lucha por recuperar a su nieto

María Rosa Marquesini hace un paralelismo del caso Dupuy de La Pampa que conmociona al país con el de su nieto a quien no ve desde 2019. En la puerta de los juzgados hace un acampe para que la Justicia chaqueña abra sus ojos.
Como el caso de María Rosa, hay otros tantos. Padres, abuelas, madres encadenadas porque la Justicia de Menores no actúa con lógica y hechos.
Claudio García quiere que la Justicia le permita ver a su hijo.
Gilda Cortés tiene la tenencia del nene y nadie sabe de ellos.

Por estos días familiares de hijos y nietos que no ven están realizando una movida, que incluye un acampe, en las puertas de los juzgados de Minoridad y Familia de Resistencia donde están reclamando que la Justicia actúe. Ellos quieren ver y compartir momentos con esas personitas que son parte de sus familias, pero que por cuestiones de impedimentos legales no lo pueden hacer.

NOVA dialogó con una de las mujeres que está allí presente, es una abuela que no ve a su nieto desde hace tiempo. Es el caso de María Rosa Marquesini quien sigue luchando por su nieto que fue arrancado de los brazos de su padre el 29 de mayo de 2019, y desde entonces no se sabe nada de él.

Remontando a 2016, Claudio, hijo de María Rosa y ex pareja de Gilda Melina Cortés nota que su hijo llega de la casa materna con una marca de cinto en la espalda, con todo cuidado su abuela y él tratan de saber cómo se produjo y en qué circunstancias, esa lesión en el niño. Pese a que se le preguntó a la progenitora Gilda Cortés quien ya estaba en pareja con el oficial de Investigaciones de la Policía del Chaco Juan Marcelo Ramírez, ella se hizo la desentendida, deslindó responsabilidades y quedaron con la intriga, la que se despejó en poco tiempo lamentablemente, indicó esta abuela que en este 2021 acampa frente a los juzgados para que el juez que entienden en la causa la escuche.

El niño era víctima de abuso sexual ultrajante con acceso carnal, los responsables de tal aberrante acto, su propia madre y su actual pareja, según contó a NOVA María.

Según relata esta abuela, Gilda Melina Cortes acepta la culpabilidad de haber entregado a su hijo para ser abusado por Ramírez su pareja. Estas pruebas constan en uno de los tantos expedientes que hacen que María Rosa Marquesini siga peregrinando los pasillos de la Justicia chaqueña. Estas mismas pruebas y todo el contenido de este caso están en poder y conocimiento del procurador general Jorge Canteros quien en vez de tomar partido por la Justicia decidió emprender una campaña de desacreditación.

En 2017, Julio los emboscaron en connivencia la jueza Laura Parmetler con el fiscal para entregar el niño a la progenitora. Había patrulleros y camionetas del Servicio 102 esperándolos para llevarse al pequeño.

Parmetler iba a devolver al niño al mismo lugar donde fue abusado. Hubo una doctora, Celia Heker, quien prestó testimonio en esta causa y dictaminó fehacientemente que el niño “había sido víctima de abuso sexual”, pero ni eso respetó la jueza Parmetler quien se respaldó en creencias de dos responsables en ese momento del Área de Abusos del Pediátrico y de la secretaría de la Niñez y Adolescencia que dependía de la Secretaría de Derechos Humanos para tergiversar los dichos de la médica y terminaron en el banquillo y siendo examinados María Rosa y su hijo Claudio.

En 2018 el sindicado de maltrato infantil, el oficial Ramírez, se quita la vida en la vereda del domicilio de Gilda Melina Cortés (por avenida Edison al 600 aproximadamente), dos semanas antes de ser enjuiciado. Las causas que obraban en su contra fueron archivadas en las Fiscalías intervinientes, la 1 y la 3.

El 29 de mayo de 2019 con la orden de captura emitida por el fiscal Francisco De Obaldia Eyseric y la jueza Parmetler, aprehenden a Claudio García en Corrientes, lo conducen a sede policial y literalmente arrancan al niño de sus brazos para entregárselo a la progenitora. Claudio quedó 19 días detenido.

Desde esa fecha hasta el día de hoy María Rosa Marquesini no sabe nada de su nieto, teme lógicamente por su vida, ya que aun habiendo probado que su progenitora facilitó que el niño sea abusado, Parmetler jamás pidió un examen o pericia psicológica para Gilda Cortés.

Nuevamente recurre la pregunta en casos en que los menores de edad son víctimas, ¿saben los funcionarios de Justicia a quienes les están confiando la vida de los niños? En este caso la respuesta es un categórico no, dice María Rosa.

Es que desde mayo de 2019 cuando se perdió el rastro del niño, su abuela y toda la familia paterna tampoco saben de él y desde el Juzgado de Familia 6 no dan respuesta al acuerdo que habían llegado que cuando el niño sea restituido al resguardo de su progenitora que para la jueza “es una madre apta”, se ordenaría la revinculación paterno filial. Eso no sucedió. María Rosa aún está esperando y rogando a Dios que su nieto “no sea el próximo Lucio Dupuy”, según ella misma señala comparando el caso de su nieto con el del niño de La Pampa, homicidio que conmueve al país, y cuya autopsia indica que recibió patas, trompadas y fue abusado sexualmente, hechos por los que están acusadas la madre y su novia. Y que coincidentemente su abuela también había detectado indicios de que Lucio estaba pasando por algo cuando vivía con su progenitora.

Volviendo al caso del nieto de María Rosa no se puede evitar preguntar, como lo haría cualquier ciudadano promedio, si a este niño, que ya fue maltratado y abusado cuando estaba bajo el cuidado de su progenitora, un niño del que se ignora absolutamente todo sobre cómo está viviendo, ¿quién va a darle las respuestas a la familia y a su abuela María Rosa si vuelve a suceder y/o si ocurre algo peor y atroz como una muerte?

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