El comienzo de todo

Ariel Peralta se conoció con Cintia Trolson, a fines de noviembre de 2019, la relación era hermosa, prometedora, llena de proyectos en los que ella se sentía útil, veía lógica en las estrategias para conseguir los recursos para las familias de la fundación que Cintia preside, ya que era lo que más le interesaba a ella: “ayudar a quienes más necesitan”. En la relación había afinidad, coincidían en todo, Peralta sobre exigía a su pareja en cuestiones superfluas como “entrenar ciclismo” (deporte que jamás fue de su agrado, pero por él lo hacía, sino le retrucaba “a vos no te interesa acompañarme ni compartir nada de lo que yo hago, en cambio yo sí tengo que perder tiempo con las madres de la fundación que ni un vaso de agua te invitan”, “también tengo que acompañarte con tu hija al Garrahan, está bien no me lo pedís, pero soy tu pareja y lo hago” ,“yo estoy con vos y tu hija, cuando el padre de L. ni siquiera en serio te tomó”. Cintia desconocía que estaba viviendo nada mas ni nada menos uno de los peores tipos de violencia, la psicológica.

Fue complaciente en todo lo que Peralta le demandara aún si no estaba totalmente convencida o no era de su agrado, pensó que “esa era la manera de estar en pareja”.

El 25 de agosto de 2021, contrajeron matrimonio pues se sintió presionada a hacerlo con miles de discusiones encima del tenor de decirle“ vos no te casas conmigo porque yo no te intereso a vos, solo te interesa lo que yo puedo conseguir para tu fundación”, “ yo no te importo”, “ vos al estar dando vueltas y no casarnos es porque no me amas, si me amaras te casarías y no darías tantas vueltas”, “ hasta un hijo me niegas”, “ claro que me vas a querer si yo para vos seguro soy un negro, croto de mierda”. Más violencia psicológica, de esas que heridas que no se ven porque lapidan nuestra psiquis muy profunda y lamentablemente por lo visto y actuado los fiscales de género tampoco están preparados para detectarlas.

El matrimonio con Peralta trajo más desavenencias que acuerdos, las peleas fueron mas seguidas, las presiones de él aumentaron y hasta el plano íntimo se veía ensombrecido por que Trolson no era respetada por su esposo con las represalias correspondientes por parte de Peralta y descalificándola como mujer en la intimidad, tratándola de puta. Ella debía acceder a complacerlo al 100 por ciento aún si no estaba de acuerdo o implicaba algún tipo de molestia para ella.

Ya socavando la psiquis de Cintia, Peralta comenzó por meterse en la fundación que ella dirige y los descalificativos llovieron diciendo, que el trabajo de Cintia era inservible: “Vos crees que con una bolsa de mercadería le vas a arreglar la vida a las madres y a esos chicos”, “vos sos una pilincha, que cree que con escribir nota al Gobernador va a lograr algo, yo tengo calle, yo tengo 6 años sacándole cosas al Estado, porque hay que ser vivo, vos tenés que vivir del Estado, yo ni impuestos pago”. “Vos no sos capaz de estar al frente de nada, porque sos muy débil y te pasan por arriba, déjame la presidencia de la fundación, y como estas cansada y devastada por la salud de tu hija, intérnate y hace tratamiento, yo me hago cargo también de tu hija”. Estas cuestiones de “vivir del Estado”, jamás fueron la idea de Trolson ni de su agrado, ya que quienes tratan con ella saben que está acostumbrada a trabajar, con responsabilidad y compromiso.

Y en cuanto a lo de internarse que Peralta hacía referencia, un arma mas que quería conseguir este servidor de Bolatti, el becado ñoqui, quería que haya indicios que Cintia era una persona desequilibrada para poder tomar las riendas de la fundación. Todo un plan de Peralta tal como los que viene llevando en los últimos días: campaña difamatoria con las personas que trabajan a la par de su ex, con personas a las que ella asiste, y hasta llega de apriete, amenazándolas para que testifiquen a su favor. Afortunadamente el asesoramiento de Trolson es eficaz y las denuncias penales están siendo radicadas contra este violento ñoqui del Estado.

Quien estará tras las espaldas de Peralta para que este crea que puede llevarse el mundo por delante y además de no devolver un rodado que no le pertenece y es vital para una niña, porque literalmente su vida depende de ello. Quien sea que fuera recomiéndole a este violento, con cinco denuncias por violencia de género, que robó una camioneta después de propinarle una golpiza a Trolson, que recapacite y enfrente las consecuencias de sus actos delictivos y violentos. ¿Será Fabricio Bolatti? La realidad es que la fiscal está errando y dejando al descubierto a una víctima de violencia de género y ahora infringe sobre ella violencia institucional.