Castelli, sede de los errores que pueden costar caros en la primera jornada de vacunación
Con la vacunación del gobernador Jorge Capitanich y de la vicegobernadora Analía Rach Quiroga comenzó, este martes 29 de diciembre, la histórica campaña de vacunación contra el Covid-19, que se realiza simultáneamente en todo el país a más de nueve meses de haber iniciado la pandemia.
La provincia recibió 3.600 dosis de la vacuna rusa Sputnik V de un total de 7.700 que corresponden a la primera etapa, y que ya están siendo aplicadas para los trabajadores de la salud en los hospitales Julio C. Perrando y Pediátrico Avelino Castelán de Resistencia, 4 de Junio de Sáenz Peña y Bicentenario de Castelli. Después de 28 días las personas inmunizadas estarán en condiciones de recibir la segunda dosis indicada.
A lo largo de la mañana funcionarios y funcionarias del gabinete provincial compartieron la satisfacción de los agentes de la salud en los distintos puntos establecidos, confiando en que vienen mejores tiempos para el Chaco. “Este día que parecía tan lejano y tan anhelado se hizo realidad. Poder tener la vacuna y estar comenzando con el operativo nos llena de emoción para cerrar un 2020 muy difícil y doloroso, y nos abre una puerta de esperanza para el 2021, entendiendo que tenemos que seguir cuidándonos”, expresó Analía Rach Quiroga desde el hospital de Castelli.
Lo cierto es que en dicho nosocomio, se cometieron dos graves errores que pueden costar muy caros: no sólo se aglomeró una gran cantidad de gente en el sector de vacunación del Hospital de Juan José Castelli, sino que las dosis de vacunas se “refrigeraron” durante toda la jornada de inmunización (más de 12 horas) sólo a base de un aire acondicionado funcionando en 24°.
A pesar de la presencia de la vicegobernadora Rach Quiroga, en compañía del Intendente de la localidad Oscar Pío Sander, y las subsecretarias Carolina Centeno (de Salud comunitaria, entornos saludables y no violentos) y Sofía Dimitroff Petcoff (de Atención y Acceso al Sistema de Salud), además de todos los agentes de salud del Hospital, nadie se percató de hacer cumplir los cuidados mínimos e indispensables para la no transmisión del virus.
La primera jornada de vacunación en Castelli podría costarle muy caro a los vecinos de la localidad, además de al Estado, ya que las vacunas aplicadas perdieron la cadena de frío, producto de que la irresponsabilidad del Gobierno decantó en que las dosis pasaran más de 12 horas en una sala con sólo un aire acondicionado aclimatando un ambiente de 4 por 4 metros a los “recomendados” 24° grados centígrados. Demás está recordar que las vacunas deberían mantenerse por lo menos a -18° según recomendaciones del fabricante.
Otro error inadmisible a esta altura de la tan sufrida pandemia, es la falta de cuidados mínimos en espacios cerrados y aglomeración de gente, y fue lo que justamente menos hubo en el Bicentenario. No sólo por la cantidad de gente presente en un ambiente cerrado, sino que también por la cercanía con los agentes que se encontraban inmunizando en ese momento.
