Judiciales y Policiales
¿Qué trama?

Caso Reidan: ¿Por qué las víctimas deben atravesar un calvario por decir la verdad?

Luis Reidan fue escrachado en una conocida confitería de Resistencia por el abuso que cometió.

Durante estos días resonó por muchos puntos de la ciudad el caso de C.G. quien fue víctima de abuso sexual de parte de Feliciano Luis Reidan, y la esposa de este Sandra Sisti encubrió al abusador y dejó desamparada a la víctima que no era ni más ni menos que su ahijada.

Es de aclarar que hace unas semanas atrás C.G. recurrió a NOVA para relatar lo que vivió, pues como sucede con todas las víctimas, no quiere que nadie padezca lo que ella.

La realidad es que un delito tan grave como lo es el abuso jamás prescribe, a las víctimas las asiste el derecho de hacer la denuncia cuando estén listos para hablar y someterse al escarnio público que significa esto. Algo aquí está mal y huele peor en este caso, el de Reidan, se han alzado voces afirmando conocer "la verdadera historia" o sea, desacreditando lo vivenciado y padecido por C.G., poniendo en duda no solo si el abuso existió si no pidiendo se demuestre con la denuncia penal.

¡Otro error! ¿Cómo se va a mostrar o dar a conocer eso sin el consentimiento de la damnificada? ¿Cómo se maneja esta gente? Sí, sí ya los saben los chaqueños con total impunidad y desde las sombras o a través de desacreditar las fuentes, tratar de mentirosas y victimizar al abusador, queriendo conseguir la denuncia penal a como dé lugar todo para anticiparse a los pasos judiciales que deben sucederse.

¡El abuso, existió!. Feliciano Luis Reidan lo perpetró sin miramientos, bajísimos instintos y una maldad única en su tipo. Su esposa Sandra Sisti lo encubrió y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Lo que si debe terminarse es la pésima "costumbre" de poner en duda lo que dice la víctima y no solamente desacreditarla como tal, si no que someterla una vez más, hacerla víctima de otro proceso estigmatizante, claro como que el de haber sido abusada no fuera suficiente, y poner un manto de piedad a quien verdaderamente debe ser expuesto: el abusador, el perpetrador y todos y cada uno de los que lo hayan asistido así sea desde el silencio, para que no haya más víctimas.

Resistencia es chica, todos se conocen, y se sabe que C.G. no es la única víctima de Luis Reidan. La condena social ya la tiene.

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