Panorama Político Chaqueño
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Anarquía en la Legislatura: pasaron dos sesiones y el oficialismo sigue haciendo agua

No engrana. A pesar de la confianza depositada en Hugo Sager, Jorge Capitanich no logra que la Legislatura se convierta en la escribanía del Poder Ejecutivo. (Dibujo: NOVA)

Todo hacía suponer que con la recuperación de la Cámara de Diputados por parte del coquismo, la tarea legislativa a favor del Ejecutivo provincial iba a poder estar aceitada y de acuerdo a los planes del gobernador. Nada de esto sucedió, ya que en los dos encuentros que presidió Hugo Sager la performance legislativa esperada por Jorge Capitanich no fue cumplida y aparecieron los primeros palos en la rueda por parte de la oposición.

Las primeras complicaciones surgieron durante la última sesión ordinaria del año, en donde el radicalismo y el gustavismo lograron posponer el tratamiento del paquete de leyes enviado por el flamante gobernador, donde resaltaba una necesaria ley de ministerio requerida por el Ejecutivo para poder poner en marcha el andamiaje de esta nueva gestión.

La tibieza de Sager y la desorganización manifiesta de un supuesto jefe de bancada, como lo es Juan Manuel Pedrini, conformaron una fórmula para el fracaso que culminó con el levantamiento del encuentro legislativo por falta de quórum. En esa oportunidad, la ideóloga política de este primer plantón fue la ex presidenta del Cuerpo, Elida Cuesta, que dejó demostrado que la Corriente de Expresión Renovada (CER) no podrá ser excluida de la mesa chica de negociaciones para poder lograr el tratamiento y la aprobación de las importantes leyes que necesita el Gobierno provincial.

Tras el primer fracaso, se convocó a una sesión extraordinaria para esta semana, en donde se sumó al paquete legislativo del Ejecutivo los proyectos para avanzar con la Ley de Emergencia Económica, Financiera y Sanitaria, así como del Presupuesto General de la Provincia 2020, que llegaban al recinto con un supuesto acompañamiento de los diversos sectores.

Con el correr de las horas, el oficialismo legislativo no logró obtener los consensos necesarios para iniciar el tratamiento del temario propuesto, dejando al descubierto, nuevamente, las graves dificultades de Sager y compañía para convencer a los diputados de las distintas bancadas que acompañen las propuestas del gobernador. Dos veces el presidente del cuerpo se sentó en su banca y se cansó de pulsar el timbre para lograr el ingreso de los legisladores al recinto. Pasadas las 15 y con algunos acuerdos cerrados se dio inicio al temario lográndose la aprobación de la Ley de Ministerios, pero no la de la necesaria emergencia para Capitanich.

Nuevamente el gobernador tuvo que soportar el plantón de la oposición y vio frustrada la posibilidad de obtener unos supuestos súper poderes que necesita para encaminar hacia el crecimiento a la provincia del Chaco. El radicalismo encabezado por Carim Peche y Livio Gutiérrez quedó bien parado y quien capitalizó al máximo este nuevo fracaso de la gestión Sager fue nada más y nada menos que la esposa de Gustavo Martínez, que además de brindar un categórico discurso contra la propuesta del Ejecutivo, aprovechó la oportunidad para salir a la calle y recibir el apoyo de cientos de trabajadores movilizados de la UPCP que se manifestaban desde horas tempranas en la esquina de la Legislatura en oposición a la Ley de Ministerios y de Emergencia propuesta por Capitanich.

Preocupación por el monje negro del gustavismo en la Legislatura de Todos

A la titubeante gestión de Sager al frente de la Cámara de Diputados, que en menos de diez días generó el malestar del gobernador, hay que sumarle la gran preocupación existente en el riñón coquista por la presencia de un infiltrado que maneja mucho poder en la Legislatura. Personas muy allegadas al gobernador expresaron su malestar por el secretario administrativo Carlos “Canuto” Ruiz que continúa a cargo de todas las decisiones importantes en materia de manejo de fondos, licitaciones y cuestiones de suma importancia.

Vale la pena recordar que este monje negro del gustavismo llegó a este importante cargo de la mano de la ex presidenta Elida Cuesta en 2016, luego de una década de cumplir prioritarias funciones en la empresa Sameep y teniendo su despacho justo al lado de la del líder del CER.

Durante los últimos cuatro años este personaje siniestro del justicialismo fue el encargado de ejecutar todas las cuestiones financieras y administrativas que se llevaron adelante en el Poder Legislativo, como las distintas licitaciones para la construcción del edificio legislativo, la contratación de servicios y las polémicas compras de vehículos de alta gama que NOVA supo dar a conocer tiempo atrás.

Sin olvidar que también formó parte y supervisó el proceso de reestructuración del personal, que culminó con el polémico pase a planta de 110 agentes legislativos de los cuales 60 obtuvieron obscenos cargos de directores sin nunca antes haber cumplido funciones en la Casa de la Democracia. A pesar de los esfuerzos de Ruiz por mantenerse en el cargo, ya es casi un hecho que sería reemplazado el año que viene por una persona de confianza del oficialismo.

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