Es que por medio de una presentación impulsada por el abogado Jorge Alcántara, apoderado del Frente Chaqueño y ex funcionario coquista, el titular del Juzgado Civil y Comercial N° 21 de Resistencia, Julián Flores, hizo lugar a una medida cautelar innovativa y suspendió por 45 días los efectos de cuatro decretos y de los actos administrativos del Poder Ejecutivo, de entre el 10 de septiembre y el 5 de octubre, que disponen designaciones, bonificaciones y pases a planta efectuados hasta tanto asuma el nuevo gobierno el 10 de diciembre. Esto despertó la ira de Domingo Peppo que llegó hasta declarar que la intromisión de la Justicia roza la inconstitucionalidad, ya que viola la autonomía que tiene el Poder Ejecutivo para gobernar hasta el último día de la gestión.

El gobernador utilizó contundentes frases para expresar su disconformidad con la resolución del juez resistencia, asegurando que se estaba instalando un “cepo constitucional” que obliga al Ejecutivo a no cumplir con lo que dice la Constitución Provincial. Además, Peppo arremetió contra Capitanich asegurando que fue el gobernador con más responsabilidad y cautela en el ingreso y pase a planta al menos de los últimos tres gobernadores; en cantidad, en momento y en tiempo. Y los dardos al intendente capitalino continuaron al poner en un manto de dudas la situación real que tenía el Gobierno provincial cuando lo recibió en diciembre del 2015, entregado por el mismísimo Coqui.

Resistencia al rojo vivo

En medio de este escándalo, continúa con mucha temperatura la campaña proselitista para las elecciones municipales del 10 de noviembre, en donde resalta la importante disputa por el Municipio de Resistencia. A pesar de que Capitanich se puso al hombro la campaña de un tibio Diego Arévalo, todos los sondeos serios afirman que la capital chaqueña quedará en manos de Gustavo Martínez o del "Zorro" Leandro Zdero. Como se esperaba, se intensificó la presencia en los medios de los tres candidatos con mayores posibilidades, aunque el delfín del coquismo tenga asegurado un tercer lugar, lejos, en los próximos comicios.

Por más que Capitanich se lo suba a los hombros y recorra la ciudad en esta semana que queda, el desconocimiento por parte del electorado del secretario de Obras Públicas municipal no podrá ser superado. A pesar de su preparación y ganas de trabajar, el joven dirigente que desfiló por varios partidos políticos no tiene la talla suficiente para ganar las elecciones en Resistencia y menos para gobernarla.

Y esto por más que el propio Coqui lo maneje a control remoto desde la Gobernación, la gente no lo ve con posibilidades y lo dejó expresado en una encuesta realizada por una importante consultora nacional, donde apenas obtuvo un 10 por ciento de intención de voto, muy lejos del 30 por ciento de Gustavito y del 28 por ciento del Zorro. Pero ojo, tampoco todo está definido. Todavía resta saber qué pasará con ese amplio porcentaje de indecisos que pueden ir a parar a cualquier lado e inclinar la balanza para cualquiera de los candidatos.

Este año electoral está llegando a su fin y en la última disputa electoral del 10 de noviembre se verá si dirigentes pesados como Zdero o Martínez desaparecen políticamente, o se posicionan de manera extraordinaria para darle pelea a Capitanich dentro de cuatro años.