A pesar del beneficio oficialista, la visita presidencial a la provincia pasó casi desapercibida
Esta semana prometía ser crucial en la política argentina, si pensamos que de a poco estamos comenzando la maratón hacia las elecciones del 2023; porque una nueva visita del presidente Alberto Fernández a la provincia, hacía presagiar que podía escucharse o generarse un ruido propio a lanzamiento de campaña.
Pero esto no pasó… A pesar de la recepción del gobernador Jorge Capitanich y toda la comitiva de funcionarios provinciales y municipales de la ciudad anfitriona (Villa Ángela), la visita de Fernández pasó como una más del montón. Sucede que sólo se limitó a realizar la inauguración de viviendas y, por centésima vez, echarle el agua sucia a la administración del ex presidente Mauricio Macri, por la realidad económica que golpea al país.
Si, Fernández no dejó lugar a dudas de que quiere sacarse el lazo de lo que está aconteciendo en el país y que claramente repercute en la provincia. Capitanich, en tanto, aprovechó y largó una maratón, pero de anuncios de obras que hasta en algunos casos se tornó repetitiva, como ser, los tramos de accesos del segundo puente Chaco – Corrientes, que ya se habían anunciado en el marco de la Bienal Internacional de Esculturas hace unas semanas.
Volviendo al “discurso para la tribuna”, lo más cercano a un “lanzamiento” en las palabras de Fernández, fue al reconocer que existen “muchos problemas que resolver por delante”, a lo que agregó: “No quiero quedarme con un discurso donde ustedes digan que no sé lo que pasa con los precios y la verdad que lo que sucede me preocupa”.
Pero Capitanich no se quedó atrás, y le endulzó el oído a un Presidente del que necesita si todavía pretende tener chances de ser convocado para una fórmula el año próximo, algo que sintió lejano tras la elección de Sergio Massa como “superministro”.
“Son los tres presidentes que garantizaron una revisión histórica para nuestro Norte y para nuestro Chaco”, recordando también a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner.
En ese contexto, el entorno del gobernador sí jugó sus cartas como en cada acto con representantes nacionales del “palo”, y aprovecharon a intentar buscar una foto con el Presidente, que camino al 2023, podría cotizar en bolsa a la hora de plasmar propuestas y decir que se cuenta con el acompañamiento de una gestión nacional bastante devaluada, y que podría restar más que sumar.
Párrafo aparte para la acotada agenda que además sufrió un recorte incluso casi cuando ya estaba en marcha. Sucede que el Presidente venía para inaugurar viviendas y asfalto en Villa Ángela y un Centro de Desarrollo Infantil en Taco Poco… Pero todo se limitó a las viviendas, ¿con qué fin?
En un paso efímero por la provincia, Fernández no habló de la crisis económica, pero apuntó a la oposición… No participó de todo lo que tenía propuesto, pero sí habló de lo que le convenía con quién le convenía… ¿Para qué vino? Lo sabremos con el correr de los días camino a una campaña 2023 que ya está devaluada, incluso antes de lanzarse para el oficialismo.
