Correo de Lectores
Caso Sebastián Ponce de León

A mi hijo lo torturó y asesinó la Policía del Chaco, a mi familia la tortura la fiscalía de Derechos Humanos

Los padres de Sebastián Ponce de León exigen justicia por el asesinato del joven.

Señor director de NOVA, Mario Casalongue

¿Te imaginás lo que se siente enterrar a un hijo? ¿Vestir su cuerpo frío? ¿Besar su rostro sin vida? Si te parece inimaginable y de terror, ahora imaginate presenciar la exhumación de tu hijo, que abran el cajón delante tuyo y tener que reconocerlo a los cuatro meses de su muerte.

En mi corazón pensaba: “No, no es mi hijo; él tenía los ojos llenos de vida y una sonrisa contagiosa, mi hijo se levantaría a darme un abrazo y a proponerme cocinar algo rico”. Pero sí, era Sebastián Ponce de León, el que gesté y parí, el que voy a amar todos los días de mi vida y por él pido justicia hace ya dos años.

A Sebastián lo torturaron policías de la Comisaría 1ra. de Barranqueras, lo golpearon tanto y entre tantos, que nunca más volvió a caminar o a ir al baño por sus propios medios. Después de 10 días de agonía murió a sus 32 años, como pensé que ya no moría gente en Argentina: murió en custodia y por la golpiza que le dio la policía de la provincia del Chaco.

El tiempo pasó y me di cuenta que la Policía no está sola; ella es la que tortura y mata, pero la Fiscalía es cómplice. El fiscal hizo que reconozca el cuerpo de mi hijo muerto en el cajón a pesar de que la médica forense se opuso (con el ADN se alcanza a corroborar la identidad del cuerpo), pero el fiscal me obligó porque puede, porque no hace lo que se debe o lo que es necesario… hace lo que quiere.

Nos tortura día a día con su falta de interés en la investigación, con su falta de voluntad en investigar, dejando de lado su principal obligación legal, por lo cual algún día será juzgado. Pero no nos va a poder matar doctor Santos (antes doctor Turraca), porque ya morimos con Sebastián; ya no duele nada, porque nada duele más que ver cómo el Estado tortura y mata a tu hijo y después tiende un manto de impunidad institucional.

Hace dos años mataron a Sebastián, pero hace muchos años que agoniza la democracia con este tipo de homicidios, desde el artesano Greco y seguramente desde antes.

Señora vicegobernadora Analía Rach, señora subsecretaria de Derechos Humanos Silvana Pérez, señora ministro del Superior Tribunal de Justicia, Chabela Grillo, señoras legisladoras, abracen sus úteros e intenten sentir mi dolor. Por favor, no me mientan más, ustedes saben mejor que yo que la investigación es una farsa, que a las pruebas se las lleva el tiempo y eso es lo que hace el actual fiscal y lo que hizo el anterior: les dieron tiempo a los asesinos para limpiar la sangre de mi hijo, dilataron el proceso con artimañas legales que no pasan el control del juez de Garantías.

A usted, señora ministra de Seguridad y Justicia, Gloria Zalazar, solo le deseo que Dios la perdone por seguir entregando en bandeja la vida y la verdad al Organismo de Control Institucional (OCI). Todos ustedes rendirán cuentas ante Dios por tanta sangre e hipocresía.

Una Fiscalía de “Derechos Humanos” que revictimiza. Victimarios que “constatan” las lesiones de sus víctimas (Sanidad Policial). Policías “controlando” el accionar de otros policías (OCI). Una Fiscalía de Derechos Humanos que no tiene interés en investigar. Basta de hipocresías. Ustedes son los verdaderos culpables de la muerte de mi hijo y de tantos otros, porque lo han posibilitado.

Yo quiero vivir en democracia, ahora les toca decidir a ustedes, Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial. ¿Van a seguir siendo parte de la violencia institucional como práctica extendida, rutinaria, y generalizada que cuenta con el conocimiento, el consentimiento y aval Estatal?

Creían que iban a poder apagar la voz de Sebastián porque somos pobres, pero hay algo que no van a poder frenar: la fuerza de una madre y la sed de Justicia. Que Dios los juzgue.

Lely Ponce de León

DNI: 14.808.109

Lelyfernandez123@gmail.com

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