A menos de un mes del 13O, la pelea política se centra en los candidatos para la intendencia de Resistencia
Falta menos de un mes para las elecciones provinciales y la atención comienza a centrarse no en el plato fuerte del año electoral que son las generales del 13 de octubre, sino es los comicios capitalinos del 10 de noviembre. Con dos candidatos que confirmaron sus intenciones desde un principio, como Gustavo Martínez y Leandro Zdero, ahora surgen otros paracaidistas que se encuentran desesperados por prenderse del saco de Jorge Capitanich para poder convertirse en el sucesor de quién asumirá como gobernador el 10 de diciembre.
Sin un caudal decente de votos, son varios los coquistas que aspiran a heredar la excelente gestión del actual intendente de Resistencia. Eso sí, siempre tratando de recibir la bendición del mismísimo Capitanich que es el verdadero dueño del electorado capitalino, ya que sin prenderse del saco del futuro mandatario chaqueño resultaría casi imposible ganar una elección en Resistencia. Resulta hasta casi ridículo pensar que Diego Arévalo, Juan Manuel Chapo y Fabricio Bolatti están a la altura de poder ir por sí solos en busca de la intendencia capitalina. No poseen ni estructura política, ni la militancia en el territorio y ni siquiera la experiencia en materia de gestión para afrontar tan difícil tarea. Ni hablar del acompañamiento del electorado y la intención de voto de personajes que nunca caminaron la ciudad en su totalidad y se interiorizaron de las necesidades de la comunidad resistenciana.
Nada de lo que se expuso anteriormente resulta extraño y ajeno a la verdad, pero lo que sí llama la atención es que estos laderos de Capitanich se hayan subido al pony y piensen que son dueños de un protagonismo por el cuál no lucharon y que están muy lejos de merecer. En las últimas semanas se activaron equipos de prensa y de campaña que comenzaron a inundar los medios y redes sociales con material de campaña de estos dirigentes capitalinos que intentan convencer a "Coqui" para recibir la tan ansiada bendición. Esto por ahora no sucedió, aunque se sabe que en caso de que no se limen las asperezas con Gustavito está cantado que habrá una danza de candidatos.
Un pequeño detalle que no es menos, fue la intensa reprimenda que el propio intendente capitalino le dio a sus funcionarios y concejales por una incipiente interna coquista que se generó en torno a las aspiraciones para continuar el legado en Resistencia. Arévalo y Chapo habrían tenido un fuerte cruce, que casi llegó hasta los puños, con Bolatti que llegó a oídos del jefe comunal. Fiel a su estilo, el intendente con firmeza tomó las riendas del asunto y ubicó a cada mono en su palmera con el objetivo de no desviar la atención del plato fuerte del año electoral, que son los comicios del próximo 13 de octubre. Por eso la tan amigable foto en la que los delfines de Capitanich acentuaban la idea de lograr el consenso y la unidad para lograr un nuevo triunfo en Resistencia, mientras que el propio Martínez se desparramaba a carcajadas en la intimidad.
Todavía nadie sabe qué es lo que puede pasar en Resistencia. Se habla de una negativa del gustavismo de poner a disposición su estructura para tener una buena fiscalización durante el 13O, mientras que en los pasillos del Municipio se dice que esto no es necesario ya que la gente que trabajará en las distintas mesas de la provincia y de Resistencia será genuina del coquismo. Algo medio raro y totalmente peligroso, ya que en la capital chaqueña nadie puede poner en duda la capacidad de organización que tiene el presidente del Concejo Municipal.
Cada vez falta menos y pronto se sabrá si "Coqui" y Gustavito llegan a un acuerdo por el bien del peronismo de Resistencia, o si luego de tanto esfuerzo para recuperar la capital chaqueña tras 16 años del radicalismo, se deja casi en bandeja la principal intendencia de la provincia en manos de un investigado e impresentable Leandro Zdero.
