“Soy inocente; basta de perseguirme, basta de ensañamiento, yo ya no molesto más a nadie, quedé afuera políticamente, es decir, no intervine en estas elecciones. Estuve tranquila, no aparecí para no molestar a los candidatos de mi partido. Ya fui proscripta, ya estoy exiliada por parte de mi partido, ya lo consiguieron, no hay más nada en qué insistir”, consideró la radical macrista.

Ayala aseguró que a pesar de todo “tengo fuerzas y voy a seguir mostrando mi inocencia”.

Sobre la causa explicó: “Fui al juzgado a tomar conocimiento, a ponerme a derecho lógicamente, esto tiene que ver con una denuncia de sobreprecios, hoy me entero. El expediente tiene siete cuerpos y luego prestaré declaración a cada una de las preguntas que me quieran hacer en lo sucesivo sobre esto”, señaló.

Mencionó que “se trata de una denuncia, es raro, y ahora no es anónima, es de Casalboni, y es raro porque trata sobre un programa al que él accedió como intendente en 2016 siendo yo secretaria de Asuntos Municipales. Accedió él como lo hicieron miles de intendentes en el país, pero a los dos años (en 2018) Casalboni se da cuenta que compró con sobreprecios”.

“Entonces, es raro que a los dos años denuncia que él compró con sobreprecios eso que él pidió al Ministerio del Interior, se siguió el circuito, el dinero se depositó en la cuenta del intendente, el accedió y rindió. Después, luego de haber rendido él denuncia que compró con sobreprecios, y es raro que alegue su propia torpeza”, tiró Aída.

Señalo que ahora ella leerá los sietes cuerpos, las pruebas que alegan, y qué tengo que ver yo con esto “cuando un intendente dice que no tiene experiencia y que compra mal, y la verdad que fue el intendente el que compró”.

Para Aída todo “es raro porque la denuncia fue en mayo de 2018 cuando el Tribunal de Cuentas le hace un juicio a Casalboni por giro de sobresueldos a sus funcionarios”. 2Y es raro además porque también se trata de una persona que estuvo preso por violencia de género”, dijo al recordar los antecedentes del pediatra e insistió en que ella “está tranquila”.

Según Ayala “la verdad saldrá a la luz, no se puede andar por la vida ensuciando a las personas porque hay detrás de esto todo un equipo”, dijo y recordó que ella puso como prueba el año pasado al mismo intendente de Resistencia y gobernador electo Jorge Capitanich quien adquirió por el mismo programa un quirófano móvil y un hospital veterinario. “No estamos hablando de 900 mil pesos como el caso de Casalboni, sino de millones de pesos que fueron usados por los jefes comunales”, dijo y citó además los casos de Atlanto Honcheruk de Villa Berthet, Susana Maggio de Santa Sylvina y Gerardo Cipolini de Sáenz Peña, también beneficiadas sus comunas con ese programa nacional.

“Es dinero que se ha invertido, obras que se han inaugurado, es dinero que era para los intendentes, entonces es raro”, volvió a insistir la exintendenta de Resistencia que acumula una nueva causa judicial en su contra.

“Es raro, porque miles de municipios beneficiados y el único que denuncia su propia torpeza alegando que yo influí sobre él es Casalboni”, acusó.

Si bien, como lo reconoció, la propia Ayala la Justicia “sigue su rol” y la investigación no termina la causa está en los inicios y es por presunto fraude en perjuicio de la administración pública por pago de supuestos sobreprecios y direccionamiento de la contratación a una empresa por parte del Municipio de Quitilipi. Ayala se abstuvo de declarar y pidió tiempo para conocer la causa y seguramente la jueza Zunilda Niremperger la volverá a citar para indagatoria más adelante.