Hasta el momento, hay dos personas detenidas en el marco de la causa. Uno de los sospechosos, identificado como L.F., había sido aprehendido días atrás, tras declaraciones testimoniales y el análisis de registros telefónicos que lo ubicaban en la zona donde desapareció Meza.

Según la denuncia de Marcos Meza, hermano de la víctima, Alejandro fue visto por última vez en el barrio Islas Malvinas, donde había acordado encontrarse con L.F. para venderle un dije de oro. Días antes, Alejandro había concretado la venta de una pulsera de oro al mismo comprador por 300.000. El pasado 3 de mayo, L.F. volvió a contactarlo para adquirir el dije que originalmente formaba parte de la joya.

De acuerdo al relato de su hermano, Alejandro envió mensajes a L.F. a las 20:00 horas de ese día, confirmando la transacción, y el último mensaje recibido fue a las 20:10 con la respuesta “Yendo”. Desde entonces, no volvió a comunicarse. Cuando Marcos llegó al lugar a las 22:30, encontró la moto de Alejandro dentro de la vivienda, la puerta abierta y ningún rastro de su hermano.

Las investigaciones incluyeron el análisis de las antenas de telefonía móvil, que mostraron que el celular de L.F. se encontraba en la zona del encuentro entre las 20:11 y las 20:30 del sábado. Luego, su dispositivo registró actividad en su domicilio hasta las 22:52, momento en que se perdió la señal.

Un testigo clave aportó que, la noche de la desaparición, vio a un grupo de personas que introdujeron por la fuerza a un joven, presuntamente Meza, en un automóvil negro. Con esta información, la fiscalía ordenó la aprehensión de L.F. y la búsqueda del vehículo involucrado, así como de los demás ocupantes.

El Departamento de Investigaciones Complejas continúa trabajando para esclarecer las circunstancias de la muerte y determinar el grado de participación de los detenidos.