Por eso piden mayor seguridad y presencia policial para terminar de una vez por todas con estos delitos que afectan a vecinos de dicho barrio y de las inmediaciones de la avenida José María Toledo del 4000 en adelante.

Los vecinos, muy preocupados por lo que deben vivir cotidianamente, hicieron conocer sus opiniones al respecto.

Lucio González: “Efectivamente, la zona es un peligro constante, y las paradas de colectivos son la zona elegida por los arrebatadores para realizar sus delitos, sin tener en cuenta los horarios, ya que muchas veces lo hacen a plena luz del día. Todos los habitantes del barrio y también de los aledaños e inmediaciones ya no saben qué hacer para terminar con este inconveniente, asaltan a jóvenes, adultos y muchas veces también sufren las consecuencias las personas mayores. Para colmo detrás del barrio hay un asentamiento y permanentemente vemos cómo la gente que allí se radicó caminar por las calles del barrio. Es hora de que alguien tome cartas en el asunto porque la gente ya no aguanta más esta situación”.

Alicia: “Yo fui una de las víctimas de los arrebatadores, fue el pasado día 24 de marzo a las 14, cuando me dirigía a mi trabajo y esperaba el colectivo en la parada acá a la vuelta, en Toledo y Timbó, cuando dos personas en moto se me acercaron y me arrebataron la cartera donde tenía toda mi documentación. Alcancé a forcejear con el ladrón y como consecuencia sufrí la rotura del dedo mayor de mi mano izquierda, y por ello me estoy reponiendo y aún no puedo regresar a mi trabajo. Al día siguiente, en el mismo lugar y horario otra persona también fue asaltada, estos aprovecharon esos días feriados para realizar sus delitos. Además, otra vecina del lugar fue golpeada de mala manera para arrebatarle la cartera. Esto viene sucediendo desde hace mucho, con agresiones a las personas víctimas, sin importarles la edad, lo que quieren es llevarse algo, por eso ya estamos cansados y pedimos mayor seguridad para todos los habitantes del barrio y también de los que se encuentran en las inmediaciones”.

Andrés Sánchez: “Justamente anteanoche, en la vereda de nuestra vivienda una jovencita que cuida a un bebé del vecino, apenas alcanzamos a escuchar que le pedía todo el dinero que tenía como así también el celular. Por eso ahora estamos abocados a la tarea de limpiar un poco nuestro jardín para tener una mejor visión y para que el lugar se encuentre un poco más iluminado. Tenemos un foco en la esquina que compramos entre los vecinos y se quemó, por eso pedimos a la empresa Secheep y Nalá que lo repongan y nos dijeron que eso no es alumbrado público y no pueden hacerlo, pero eso brinda un poco más de luz al lugar. En la parada de colectivo es peor, ese lugar es tierra de nadie y es donde más se cometen los delitos”.

Alba: “De un tiempo a esta parte ya no sé qué hacer para ayudar a mis vecinos para que no sufran las consecuencias de los robos por parte de los arrebatadores. Tenía unos árboles que les brindaban sombra a los pasajeros cuando esperaban el colectivo, pero los arrebatadores se escondían detrás de ellos y cuando bajaban del colectivo los sorprendían. Por eso saqué esos árboles para puedan tener una mejor visión, pero igual siguen los robos. Otra cosa, muchas veces no hay que desconfiar tanto de gente aparentemente pobre, porque muchos de buen vestir son los que cometen esos delitos. Además, el principal problema es el pasillo, sin nombre, acá a la vuelta denominado como 1135, por ahí escapan y se dirigen hacia el fondo del barrio. Es un peligro constante este lugar y esperemos que alguna autoridad tome cartas en el asunto para llevar seguridad y tranquilidad a todos los vecinos”.

Fuente: Norte