Continúan las fugas de motocicletas en los controles municipales dejando preocupados a los directivos de la comuna, debido al comportamiento desaprensivo de jóvenes y adultos que sin medir consecuencias, optan por desbandarse llevándose todo por delante.
Una inspectora municipal resultó herida al ser embestida el sábado en forma intencional por un motociclista que posteriormente se dio a la fuga dejando toda su documentación, en pleno centro de la ciudad de resistencia. El sujeto B.D.A manejaba una Motomel CX bicolor (verde y negra), circulando por Frondizi y Ameghino fue interceptado por falta de casco, lo cual se procedió a llevar el rodado hacia un corral perimétrico (provisorio en el lugar), para la confección de las actas correspondientes. Minutos más tardes el infractor fingió mirar el número de cuadro del rodado, salto a su moto y se fugó. Esto provoco la lesión en la pierna derecha de un agente municipal que se encontraba redactando las actas de constatación. La documentación y sus actas quedaron a disposición del juzgado de faltas.
En otro de los casos cuatro jóvenes alcoholizados que abordaban una camioneta cuatro por cuatro color gris, fueron detenidos por personal de transito constatando un alto grado de alcohol en sangre y una sospecha de posesión de estupefacientes.
Personal policial (contratado por la municipalidad de resistencia) dudaron del comportamiento vacilante del conductor del vehículo y sus acompañantes quienes según una agente policial femenina fue testigo de cómo trataban de esconder un envoltorio dudoso.
Por este hecho el comisario encargado de turno solicitó la presencia de colegas de división Drogas Peligrosas. A pesar de realizar varias inspecciones dentro de la camioneta y en sus alrededores, agentes especialistas en la materia, no encontraron ningún tipo de sustancias que avalen la denuncia. Finalizando el procedimiento la unidad fue trasladada al corralón municipal por alcoholemia positiva.
Encargados de los diferentes operativos desarrollados en este fin de semana observaron una excesiva intransigencia a las normas viales por parte de los infractores y la indignación por la retención de sus vehículos. Infractores alcoholizados empeoran su situación negándose a bajar de sus vehículos, difiriendo por largas horas la ejecución de los procedimientos y negándose a entregar documentación. Esto provoca un retraso en el trabajo y mas multas, teniendo en cuenta que entorpecer un procedimiento tiene un alto costo económico.
