Interior
Graves consecuencias ambientales y sanitarias

Tres Isletas: fumigan con agrotóxicos en el Lote 20 Pampa Solís

Fotograma de archivo (2007) cuando desmontaron en el campo en el que se fumiga.

Durante los últimos días de diciembre pasado, las familias campesinas, los animales y la flora que quedan en el Paraje Lote 20 Pampa Solís, ubicado a 38 kilómetros de Tres Isletas, se vieron seriamente afectados por la descontrolada pulverización (fumigación) con agrotóxicos que durante varios días realizó la avioneta matrícula LY-ZIK sobre los cultivos de algodón del campo de propiedad del poderoso grupo económico Buratovich. Por las maniobras, el piloto invadió los espacios aéreos de los predios vecinos, además del “viaje” de los agrotóxicos por los efectos de la deriva provocada por los fuertes vientos.

Los agrotóxicos enferman y queman

Uno de los más afectados fue Osvaldo Ramón “Chala” Maldonado, quien vive con su familia en su pequeño campo. Su predio está ubicado al lado, alambre de por medio, de uno de los grandes campos de Buratovich.

Maldonado sabe que los fumigadores utilizan agrotóxicos muy fuertes porque poco después de que pulverizan “a todos los de la familia les brotan granos en la piel, tienen fiebres y sufren malestares. Los venenos son tan fuertes que hasta en el monte se caen las hojas de las tuscas porque no resisten. Los venenos queman todo, incluido el pasto”.

Como mucho de los vecinos, Maldonado sabe que los agroquímicos entran al campo del grupo Buratovich en camiones. Luego los ayudantes y los pilotos de las avionetas preparan las mezclas de agroquímicos. Agregó que “rocían el veneno a lo largo de todas las hectáreas de Buratovich”.

El Estado no controla

Ningún poblador rural vio que algún agente de los ministerios de Ambiente o de Producción efectuaran inspecciones para controlar las fumigaciones que se realizan cerca de las viviendas de los pocos pequeños productores que continúan viviendo en sus tierras en la región ubicada entre Tres Isletas y Avía Terai.

Los minifundistas que resisten efectuaron muchas denuncias para “frenar las avionetas”. Ninguna autoridad de Tres Isletas, Sáenz Peña o Resistencia actuaron después de las denuncias, a pesar de que los campesinos pobres sufrieron pérdidas en sus cultivos de subsistencia y en los pocos animales que crían, además de enfermar.

Los Maldonado

El Instituto de Colonización adjudicó en venta a la familia Maldonado 114 hectáreas de tierra fiscal luego de que fueran desalojados del predio donde vivían y trabajaron durante mucho tiempo. En el primer intento de desalojo Maldonado casi se inmoló prendiéndose fuego en su tranquera. Tenía en su poder un bidón de combustible.

De este modo llegaron al Lote 20 Pampa Solís, que depende del Municipio de Tres Isletas. La familia está conformada por Maldonado (57), su esposa María Francisca Moscre y sus hijos Mariana (22), madre de Geraldine Maldonado (4), Alexis (21), Valeria (19), Darío (15), Romina (13), Lisandro (10) y Tiago (5). Los que tienen edades escolares estudian en las escuelas primarias, que están ubicada a cuatro kilómetros del campo, y secundaria, a nueve kilómetros. Se movilizan en bicicletas y dos motos. “Chala” percibe poco más de 4.000 pesos como extrabajador rural. Su esposa cobra subsidios por ser madre de más de siete hijos y asignación familiar.

La vivienda está conformada por dos piezas que fueron construidas con tablas. Cuenta con una cocina de material de 4x4 metros, la que hace de comedor. Les prometieron una vivienda de madera de quebracho blanco y colorado, con tres habitaciones de 4x4 metros y un comedor. El programa de vivienda social rural dependía de la Municipalidad de Tres Isletas y contemplaba la construcción de un pozo de agua de material y un excusado.

El poderoso grupo económico Buratovich y los desmontes

El grupo económico de la familia Buratovich y asociados impetuosamente expandió su propia frontera agropecuaria. Compró muchos campos en los que agresivamente desmontó entre Tres Isletas y Avia Terai. En 2007 el Centro Mandela investigó los desmontes ejecutados en los predios de este grupo económico que compró campos en los parajes Lote 20 Grande, Lote 20 Pampa Solís y Lote 20 Chico. Los resultados de la investigación fueron expuestos en terreno ante miembros del Comité Católico contra el Hambre y el Desarrollo y de la Confederación Campesina, de Francia, cuando visitaron Chaco. Los franceses quedaron impactados no solo por los desmontes, sino también por la destrucción y quema de los restos forestales ejecutados por los empresarios.

Desmonte clandestino

El grupo económico de la familia Buratovich y asociados, que conformaron un complejo, activo y poderoso conglomerado de sociedades comerciales vinculadas a partir de la empresa madre, establecida en Ruta 8, Km 176.5 de Arrecifes, Buenos Aires, recientemente desmontó en zona protegida, en pleno Impenetrable. Deforestaron en la Parcela 304, Circunscripción VII, Zona B, del Departamento General Güemes. El predio está ubicado en el Paraje Pampa Castro, aproximadamente a 50 kilómetros al oeste de J.J. Castelli.

A pesar de que el campo está ubicado en Zona Amarilla, según el Mapa de Zonificación del OTBN, desmontaron más de 1000 hectáreas del total de la superficie del lote, que sería de 2.000 hectáreas. Fue intensa y rápida la deforestación. En este predio trabajaron nueve grandes topadoras, marca Caterpillar D8, que fueron vistas el jueves 15 de junio y los días siguientes, en plena tarea de desmonte.

Se despobló el campo y desaparecen los campesinos

Quedan pocos campesinos originarios dados que la mayoría, engañados o impulsados por las aparentes jugosas ofertas, vendieron sus pequeños campos a empresarios sojeros, girasoleros y maiceros, fundamentalmente de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, que practican lo que se llama la agricultura industrial, que se basa en el manejo del paquete tecnológico que tanto se publicita como la solución para todos los males y se ocultan y niegan los daños sanitarios, sociales y ambientales que provocan, casi siempre acompañados por la benevolencia o intereses del gobierno de turno y de los funcionarios públicos de carrera burocrática.

Las antiguas casitas de los agricultores se transformaron en taperas, rodeadas de cultivos transgénicos. Solo quedan los grandes productores, que no viven en las extensiones de tierras que compraron. Los encargados tienen sus viviendas en los pueblos cercanos. De esta manera se extingue la población rural. El campo se despobló. La concentración de la propiedad y explotación de las tierras en manos de grandes empresarios provocó la masiva expulsión de las familias campesinas que vivían y trabajaban como pequeños productores. A su vez, este fenómeno generó -desde mediados de la década anterior- la reconcentración de la población que dejó de ser rural y se convirtió en urbana o semi urbana de localidades y ciudades del territorio chaqueño.

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