Sonia Ostertag: "No me entusiasma modelar en Buenos Aires, mi lugar en el mundo es el Chaco"
Su cabellera rubia intensa y sus ojos color celestes cielo, denotan su raza alemana. Sonia Ostertag, a ella nos referimos, es de estirpe germana, y de descendencia aria tanto por parte de padre como de madre, pero confiesa que le gustan los morochos.
Recién recibida de maestra en su pueblo natal, Juan José Castelli, la ciudad más importante del Impenetrable chaqueño, una comunidad de 40 mil habitantes donde todos se conocen, confiesa ante NOVA que “mil veces he recibido propuestas de varios productores para trabajar de modelo en Buenos Aires, pero por el momento digo que no, ya que el Chaco es mi lugar en el mundo”.
Con aire de timidez, nos confiesa que “me asustan los edificios, los ruidos constantes, las bocinas, el aire viciado de los caños de escape, y la inseguridad. Soy de mirar muchos noticieros, y las cosas que pasan en Capital Federal son terribles, no creo adaptarme a un lugar de esas características”.
Sobre su vida en Castelli, relata que “me gusta salir a bailar con amigas, o a tomar algo, pero odio el ruido de los boliches, donde no podes ni siquiera entablar una conversación, y todo el mundo te choca o te vuelca una bebida encima. Me causan rechazo los borrachos”, dice sin ponerse colorada.
Finalmente, nos cuenta que “soy de refugiarme mucho en mi familia, es mi sostén”. Le gusta mucho tomar tereré con hielo, ya que en el Chaco los calores son intensos. “Sentarme en la vereda de casa y contemplar el amanecer o la puesta del sol al atardecer, sin edificios ni rascacielos de por medio, no tiene precio”, asegura la hermosa docente.
