Siguen las celebraciones de poca monta y los golpes a la "casta trabajadora"
La gestión provincial no da señales de cambiar el rumbo… Cuando parecía que no quedaban lados por donde ajustar en la administración central, luego de haber definido el cierre de Fundación Chaco Solidario, los despidos en Fiduciaria del Norte o avisar que muy pronto se cerrará el Instituto de Agricultura Familiar y Economía Popular, el gabinete se superó y mandó la Policía a enfrentar trabajadores que reclaman su reincorporación ante intempestivos despidos en el municipio de Resistencia.
Como cada martes, los 432 despedidos de la comuna capitalina esta semana se movilizaron al frente del edificio comunal, aprovechando la sesión del Concejo Deliberante de la ciudad para hacer escuchar su reclamo, y cuando todo transcurría con total normalidad, como las últimas semanas que llevaron sus manifestaciones, la Policía del Chaco intervino y se generaron importantes disturbios, que acarrearon situaciones reprochables para concejales, pero principalmente demostraron que la gestión provincial no estaría muy interesada en cuidar a la ciudadanía chaqueña.
Si bien, los concejales del Frente Chaqueño y de la Corriente de Expresión Renovada no se comportaron de la mejor manera, imagen que valió ser noticia nacional al edil Ángel Sánchez montado a un móvil policial, reclamando la liberación de dos trabajadores detenidos y que ahora deberá afrontar un proceso de sanción interna en el Concejo; la Policía del gobernador Leandro Zdero accionó contra los trabajadores como si fuesen delincuentes.
Tras la orden del Jefe Fernando Romero, los efectivos avanzaron con los escudos contra los agentes municipales, propinando golpes y arrojando gas pimienta para tratar de disuadir la protesta, lo que generó más enfrentamientos y el reproche de otros concejales, que sufrieron heridas y afecciones por el gas arrojado.
Luego de esta situación, las denuncias cruzadas no se hicieron esperar, el concejal Fabricio Bolatti fue el primero el miércoles a la mañana, ya que sufrió directamente una agresión con gas pimienta, pero atrás de él “cayó” el intendente Roy Nikisch a la Unidad Descentralizada de Atención a la Victima y al Ciudadano (UDAVC) de Resistencia, pero con poca preocupación hacia los trabajadores heridos, y tan sólo fue a cumplir con una presentación judicial que lo requería.
Llamativamente, esta situación también generó tensión en el oficialismo provincial y municipal, ya que los pasillos dicen que dentro de esos 432 agentes, se encontrarían unos 80 correligionarios radicales, que formaron parte de un paquete de acuerdos para asegurar la gobernabilidad entre Juntos por el Cambio y el CER, “pacto de cordialidad” que poco parece haberle importado al jefe comunal de la capital y que generó el enojo de más de uno en el radicalismo.
Al parecer, lejos de importar la integridad y estabilidad de los trabajadores, las gestiones municipal y provincial siguen “en la suya”, utilizando los medios públicos para “vender” la finalización de obras o las reactivaciones como hechos del “Zorro”, como si fuesen realizadas con fondos propios o si hubiese puesto algún ladrillo o bombita de luz, burlándose de los vecinos que pagan los impuestos y siguen presenciando los furcios del “gabinete de territorio”.
