"Venimos monitoreando distintas zonas del interior, sobre todo en zonas donde veíamos muchos niños trabajando en aserraderos y carbonerías. Logramos reducir el alto índice de trabajo infantil gracias a que se hizo un trabajo de concientización sector por sector, y hemos logrado que la patronal entienda que no deben incorporar niños a sus empresas", señaló Maldonado.

La titular de la COPRETI, sin embargo, reconoció que todavía falta mucho camino por recorrer y, en ese sentido, explicó que "algunos patrones hoy por hoy buscan alternativas para seguir pagando mano de obra barata y lo que hacen es tercerizar el trabajo, y para eso contratan a un padre de familia que tiene que llevar el trabajo a su casa para hacer, por ejemplo, terminaciones de muebles y de esa manera termina trabajando toda la familia."

"Antes se veía niños trabajando en muchos lugares, pero ahora no se ven tanto niños en esa situación, porque hay una mayor conciencia en la sociedad sobre la necesidad de respetar las reglas vigentes que protegen a los niños", sostuvo.

Explicó que la mayor cantidad de casos de trabajo infantil en la provincia se detectó en la zona de producción maderera, en localidades como Machagai, Quitilipi, Presidencia de la Plaza. "En Fuerte Esperanza o Taco Pozo, por ejemplo, se detectaron casos de niños trabajando en el cuidado de animales", señaló.

"Pero hoy los padres están más concientizados sobre la importancia de que los niños no trabajen. Además, con los beneficios de la Asignación Universal por Hijo y con las políticas de ayuda que hay, muchas familias ya no tienen necesidad de mandar sus hijos a trabajar. Antes estas familias no contaban con ninguna ayuda del Estado. Lo importante es que los padres tomaron conciencia del daño que se les provoca a los niños cuando se lo manda a trabajar desde temprana edad", observó la funcionaria provincial.