Se acomodaron las fichas en la Legislatura y el gran perdedor es Peppo
Con una nueva apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura chaqueña, quedó demostrado claramente que el gobernador Domingo Peppo continúa sin poder controlar a este importantísimo poder del Estado. Ya han pasado dos años de gestión desde su triunfo en el 2015 y a pesar de haber obtenido la victoria en la legislativas del año pasado, no pudo sacar provecho y marcar la cancha a la hora de la aprobación de leyes.
A la hora de conformar la lista de candidatos, de manera aparente el gobernador logró imponer varios nombres que supuestamente respondían a él directamente. Con la renuncia del candidato testimonial Gustavo Ferrer y tras el escándalo de la dipudrugs Nadia García Amud, Peppo se quedó sin delfines dentro de la Cámara de Diputados, ya que los otros nombres acomodados, como los de Andrea Charole y Liliana Spoljaric, parecen haberse dado vuelta y junto a Liliana Alonso, Marita Fonseca, Ricardo Sánchez, Chiyito Bacileff Ivanoff, Rubén Aquino y María Elena Vargas ya responden directamente a la presidenta del Cuerpo Elida Cuesta, bajo la supervisión tras bambalinas del caudillo capitalino Gustavo Martínez .
Y si por otro lado tenemos en cuenta que Juan Manuel Pedrini, Claudia Panzardi, Daniel Trabalón, Gladys Cristaldo, Enrique Paredes, Hugo Sager y Héctor Vega son hombres de Jorge Capitanich, significa que al gobernador de la provincia solo le responde el ex ministro Juan José Bergia.
Resulta casi imposible que a la hora de los bifes desde la Casa de Gobierno se pueda consensuar rápidamente la aprobación de alguna herramienta de importancia sin antes sobrepasar una dura negociación. No solamente por la dura interna dentro del peronismo, sino porque también hay que sumar la importancia que tiene el bloque opositor de Cambiemos que con 12 diputados toma y fuerza, así como del infranqueable e incorruptible Aurelio Díaz al que no le gusta nada de nadie.
Será por eso que el mandatario provincial comenzó a coquetear nuevamente con el intendente capitalino para obtener un poco de aire dentro de la interna partidaria y poder zafar de las presiones de un Martínez que nuevamente parece haber quedado con mucho poder. Aprovechando las vacaciones del concejal capitalino en febrero, los dos últimos hombres que les tocó gobernar la provincia pasaron mucho tiempo juntos y avanzaron en una estrategia política para tener un 2018 productivo que permita posicionarse de la mejor manera de cara a los comicios del próximo año.
Ahora resta solo esperar a ver quién traicionará a quién, ya que tanto Capitanich como Peppo tienen aspiraciones similares y sin dudas esto generará un conflicto tarde o temprano. El tercero en discordia será, como siempre, nada más y nada menos que Gustavito que a pesar del odio generalizado y desprecio de los popes peronistas, seguirá siendo una espina dura de roer y que probablemente incline la balanza para alguno de los dos lados.
