Años anteriores Argentina atravesó una problemática de características similares, aunque en aquel momento la contaminación fue debida a la utilización de bolsas plásticos (polipropileno) para la recolección y el traslado durante el periodo de cosecha.

Los hilos plásticos desprendidos por la manipulación de las bolsas se mezclan con las fibras de algodón, lo que dificulta su posterior industrialización, similar evento ocurre hoy con los restos vegetales. (Cuando se opera incorrectamente).

Por lo expuesto la M.A.G.y P. y el INTA idearon el proyecto PROCALGODON, con el fin de obtener datos que contribuyan a la mejora de la materia prima y los procesos intervienen para su obtención.

Los técnicos que llevan adelante el proyecto desde hace más de 5 años, realizando mediante pruebas pilotos numerosas experiencias, registros y evaluaciones para determinar cómo y donde ocurren las anomalías.

Una de las bases de estas pruebas consiste en dar trazabilidad al cultivo desde el campo (lote de producción) hasta el fardo luego del desmote.

La trazabilidad se define como la capacidad para reconstruir el historial de la utilización o la localización de un producto mediante una identificación registrada (es decir como el DNI del Fardo).

Durante todos estos años en distintos puntos del país, el Laboratorio de Fibras de Algodón del INTA Sáenz Peña, ha evaluado la calidad de las fibras de las muestras provenientes de las pruebas piloto; las cuales y gracias a la aplicación del protocolo ideado por el PROCALGODON, no registraron casos de contaminación de fibras.

El sistema de protocolos que se utilizó describe las correctas prácticas de producción del cultivo y cada lote es auditado, lo que permite verificar el cumplimiento de los procedimientos normalizados.

De esta manera los fardos de fibra procedentes de dichos lotes, son identificados con una tarjeta diseñada para tal fin. La misma incluye una serie de códigos que permiten establecer: la localización del estableciendo (localidad, provincia), datos del productor, campaña agrícola a la que corresponde, desmotadora donde fue procesado el algodón, entre los datos más destacados.

A través de los factores descriptos se logra un sistema de trazabilidad completo desde la siembra hasta el fardo.

Así se pueden identificar claramente cada una de las etapas de producción y con ello se podría sugerir al productor que revea las prácticas aplicadas a fin de poder elevar sus estándares de calidad.

Finalmente, el proyecto PROCALGODON sobre la base de experiencias anteriores, ocurridas en nuestro país, en décadas pasadas; es que ideó los protocolos necesarios para la trazabilidad con el fin de prevenir problemas que afecten la calidad futura de la fibra de algodón.